En la última semana, el sector porcino argentino se ha visto sacudido por la detección de Aujeszky en una granja multiplicadora de genética PIC. Ello ha generado una situación epidemiológica compleja, ya que habría comercializado material a cerca de 40 establecimientos que podrían estar infectados sin saberlo. ¿Cuáles son los pasos a seguir?

 

 

La Enfermedad de Aujeszky, también conocida como pseudorrabia, es una afección viral que impacta principalmente a los cerdos, causando problemas reproductivos y neurológicos. Aunque no representa un riesgo para la salud humana, su presencia en las piaras puede acarrear significativas pérdidas económicas y afectar la producción porcina nacional.

 

Ante la confirmación de estos casos, productores afectados han alzado la voz, criticando al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) por la lentitud en los trámites y exigiendo la obligatoriedad de la vacunación contra la enfermedad. Sin embargo, expertos coinciden en que la implementación de una vacunación obligatoria podría comprometer los esfuerzos de erradicación de la enfermedad.

 

 

En respuesta a la crisis, el pasado jueves a las 15 horas, se llevó a cabo una reunión en la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Participaron representantes de la Secretaría, funcionarios de SENASA y delegados del sector porcino, incluyendo autoridades de la Federación Porcina Argentina y miembros de la Cámara de Genética.

 

Durante el encuentro, se acordó la implementación de un plan de erradicación de la Enfermedad de Aujeszky, cuya fase técnica comenzará el próximo miércoles 5 de marzo.

 

SENASA enfatizó que, según la normativa vigente, no es posible realizar vacunaciones preventivas contra la enfermedad.

 

Además, se determinó que los fondos para el plan de erradicación serán aportados por el sector privado, gestionándose un acuerdo de contribución basado en la cantidad de animales faenados mensualmente.

 

Para ello, las cámaras deberán autorizar el acceso a los datos de faena de cada establecimiento a través de los sistemas oficiales de SENASA, con el fin de calcular los montos de aportes mensuales.

 

 

 

En este contexto, se ha establecido que la medida inmediata a implementar es la vigilancia epidemiológica, que consiste en la realización de muestreos serológicos tanto en los establecimientos de origen como en los de destino de los animales potencialmente infectados. Esta estrategia busca identificar y controlar la propagación del virus de manera efectiva.

 

Es importante destacar que la vacunación contra la Enfermedad de Aujeszky no está permitida de manera preventiva; solo se autoriza en casos donde se detecten ejemplares positivos, y siempre bajo la supervisión y autorización de SENASA.

 

Esta restricción se fundamenta en la normativa vigente, que establece que las vacunaciones de tipo emergencial, supresora y de saneamiento podrán ser aplicadas únicamente cuando se considere necesario y con la previa autorización de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del SENASA.

 

Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una coordinación efectiva entre las autoridades sanitarias y los productores para contener el brote y evitar su propagación. La pronta implementación del plan de erradicación y el cumplimiento riguroso de las normativas serán cruciales para salvaguardar la sanidad del rodeo porcino argentino y mantener la confianza en los mercados internacionales.

 

Es imperativo que los productores se mantengan informados y colaboren estrechamente con las autoridades, reportando cualquier caso sospechoso y siguiendo las directrices establecidas.

 

Solo a través de un esfuerzo conjunto que ignore las mezquindades individuales se podrá superar este desafío y garantizar la sostenibilidad y crecimiento del sector porcino en el país.