Contra todo pronóstico, la producción de carne de cerdo en Argentina sigue creciendo, incluso con un gran número de productores saliendo del sistema. La aparente contradicción entre el crecimiento de la producción y los márgenes negativos de las granjas puede explicarse por varios factores.

Según informes oficiales, la producción de carne de cerdo en Argentina alcanzó las 700,000 toneladas en 2023, un incremento del 5% respecto al año anterior. En el infame primer cuatrimestre de 2024, la producción creció 1,6% respecto del mismo periodo de 2023.
En 2023, el número de cabezas faenadas ascendió a 8.5 millones, un 4% más que en 2022 y, en el primer cuatrimestre de 2024, se faenó un 0,2% más que en el mismo periodo del año anterior. La tendencia de crecimiento se mantuvo, aunque en forma notablemente desacelerada, por lo que queda claro que lo que explica el aumento de la producción es, en realidad, el aumento del peso de faena, en un contexto crítico de retención de animales.
Por su parte el consumo per cápita de carne de cerdo, según cifras oficiales, se situó en 16 kg por año en 2023, frente a los 15 kg de 2022. Algunas estimaciones privadas sobre el primer cuatrimestre de 2024, consideran bajas de alrededor del -1% debido a los altos precios en góndola y el ya golpeado poder adquisitivo de las familias argentinas.
Aunque los costos de producción superen desde hace meses los precios de venta -lo que ha llevado a muchos productores a la quiebra- el sector porcino argentino ha podido crecer. ¿Cómo se explica esta aparente contradicción?
Inversiones a Largo Plazo: Muchos productores han realizado inversiones significativas en infraestructura y tecnología en los años anteriores. Estas inversiones, destinadas a mejorar la eficiencia y la productividad, permitieron a productores continuar operando a pesar de los márgenes negativos de los últimos meses.
Economías de Escala: Los grandes productores que han logrado aumentar sus volúmenes de producción pueden beneficiarse de economías de escala, reduciendo los costos unitarios y mejorando la eficiencia operativa. Esto les permite operar con costos más bajos que los pequeños productores y soportar mejor las crisis.
Acceso a Financiamiento: Algunos productores han podido acceder a financiamiento, ya sea a través de créditos bancarios o programas de apoyo gubernamental. Este financiamiento les ha permitido cubrir costos operativos y continuar con la producción, esperando una mejora en los precios de venta.
Estrategias de Diversificación: Los productores que han diversificado sus ingresos, ya sea a través de la venta de productos derivados (como embutidos) o la integración vertical (controlando distintas etapas de la producción y comercialización), pueden haber compensado las pérdidas en la venta de capones en pie.
Expectativas Futuras: Algunos productores anticipan una recuperación en los precios de venta en el segundo semestre de 2024 y han decidido mantener (e incluso aumentar) la producción para estar preparados para cuando el mercado mejore. Esta estrategia es riesgosa, pero viable si se espera un cambio positivo en las condiciones del mercado.
Innovación y Tecnología: La adopción de nuevas tecnologías en alimentación, manejo y genética ha permitido a los productores mejorar la eficiencia y reducir algunos costos.
Apoyo Gubernamental: Aunque son escasos, algunos establecimientos han podido acceder a medidas de apoyo que han implementado los gobiernos (nacional y/o provinciales), tales como financiamiento o programas de asistencia técnica.
Para adelante hay desafíos, pero también oportunidades
El sector enfrenta varios desafíos, entre ellos:
- Costos de Producción: Los costos de insumos, como el maíz y la soja, han aumentado, impactando la rentabilidad de los productores.
- Precios de venta: El precio al productor del cerdo en pie debe recuperarse, sin que ello repercuta en el precio en góndola para sostener el consumo.
- Infraestructura: Mejorar la infraestructura de transporte y logística es esencial para reducir costos y mejorar la competitividad.
- Sanidad Animal: Mantener los altísimos estándares de sanidad es crucial para evitar brotes de enfermedades que puedan afectar tanto la producción como la exportación.
- Políticas de apoyo al sector: Es menester que el gobierno nacional considere al sector porcino como un aliado estratégico para el país, sancione la Ley Nacional Porcina e implemente medidas de fomento de la producción.
El uso de los saldos técnicos de IVA, por ejemplo, surgidos por la diferencia entre el IVA Compras (21%) y el IVA Ventas (10,5%) es una gran deuda de la política con el sector porcino argentino.
Oportunidades
- Expansión de Mercados: La apertura de nuevos mercados internacionales representa una gran oportunidad para aumentar las exportaciones.
- Innovación Tecnológica: La adopción de nuevas tecnologías en la producción y manejo de cerdos puede mejorar la eficiencia y sustentabilidad de las granjas.
- Consumo Interno: Continuar promocionando el consumo de carne de cerdo en el mercado interno puede ayudar a sostener la demanda y mejorar la rentabilidad de los productores locales.
El mercado porcino argentino muestra una tendencia positiva en términos de producción, faena, consumo y exportaciones. Sin embargo, enfrenta desafíos importantes que deben ser abordados para asegurar un crecimiento sostenible y que son, fundamentalmente, dependientes de la buena voluntad de la política y de la correcta coordinación público/privada.
Tranqueras adentro, la combinación de estrategias orientadas a mejorar la eficiencia productiva y, tranqueras afuera, la apertura de nuevos mercados y la continuidad de programas de promoción del consumo interno serán la clave para el futuro del sector a mediano y largo plazo.