La etapa de engorde es crucial para la rentabilidad de los sistemas de producción porcina. La capacidad de los animales para convertir el alimento en masa muscular de forma eficiente es clave, sobre todo en el contexto de altos costos de insumos. En el III Congreso Porcino del Atlántico, dialogamos sobre ello con el M.V. Héctor Patullo, de Adifib.
Parte del equipo de Adifib, atendió consultas en su stand corporativo en el III Congreso Porcino del Atlántico.
La empresa, especializada en aditivos nutricionales para porcicultura, ha desarrollado una línea de productos diseñada para apoyar a los productores en la gestión de los retos nutricionales específicos de cada fase de producción.
La eficiencia alimenticia, entendida como la capacidad de maximizar la conversión de alimento en crecimiento, sigue siendo un desafío en el engorde. Patullo subrayó que uno de los objetivos clave en esta etapa es "lograr muy buenas ganancias diarias y una buena conversión para que los animales puedan expresar todo su potencial genético". Sin embargo, el especialista también destacó la presión que suponen los costos, señalando que la posible eliminación de retenciones sobre cultivos clave como el maíz y la soja incrementaría el costo por kilo de alimento, obligando a los productores a trabajar con una eficiencia máxima para asegurar la rentabilidad.
Para ello, Adifib ha desarrollado la línea de aditivos Convertia, especialmente orientada a mejorar la eficiencia alimenticia. Patullo explicó que los complejos enzimáticos en estos aditivos ayudan a optimizar la conversión alimenticia y a mantener la salud intestinal, lo cual es fundamental para obtener una alta performance del animal. Además, el enfoque puesto en los niveles de aminoácidos digestibles, en lugar de en los niveles de proteína bruta, permite un mejor control del pH intestinal, optimizando así el rendimiento y la salud de los cerdos en esta fase.
Uso de materias primas alternativas
Ante la necesidad de reducir costos en la dieta, los productores suelen recurrir a ingredientes alternativos o subproductos de menor costo. Este cambio, sin embargo, puede afectar la digestibilidad y el aprovechamiento de nutrientes. En este sentido, Patullo destacó el rol de ciertos aditivos que facilitan el uso de ingredientes menos convencionales. Por ejemplo, las enzimas incluidas en las líneas de Adifib están diseñadas para mejorar la digestibilidad de polisacáridos no amiláceos, presentes en cereales de invierno como la cebada, permitiendo la inclusión de estos ingredientes sin sacrificar la eficiencia alimenticia.
Adifib ofrece un servicio integral que incluye auditorías de las plantas productoras para realizar ajustes técnicos que impacten positivamente en la conversión alimenticia. Patullo destacó la importancia de un adecuado análisis de la granulometría del alimento, que influye directamente en la digestión y conversión alimenticia, y detalló que Adifib también monitorea la salud de los estómagos en el frigorífico para prevenir úlceras estomacales que podrían perjudicar el rendimiento.
En palabras de Patullo, Adifib apuesta por un servicio integral que no solo suministre productos de alta calidad, sino que ofrezca soporte técnico continuo a sus clientes. La empresa, ubicada en Cañuelas y con alcance en diversas provincias argentinas, realiza un seguimiento técnico de las dietas y el estado sanitario de los animales, ayudando a los productores a maximizar el impacto de los aditivos en el rendimiento de los cerdos.
El engorde de cerdos es una etapa en la que convergen grandes desafíos nutricionales y económicos. Con la ayuda de estrategias nutricionales precisas, productos avanzados como los aditivos de Adifib y un servicio de asistencia técnica especializada, los productores pueden no solo afrontar estos desafíos, sino también elevar la eficiencia y rentabilidad de sus sistemas de producción.
La innovación y el acompañamiento en esta etapa crítica son fundamentales para garantizar un futuro sustentable en la porcicultura argentina.
Mirá la entrevista a Héctor Patullo: