En esta entrevista exclusiva, el economista y empresario Pyme, Gustavo Lázzari, aportó su perspicaz visión y análisis sobre la compleja situación económica que atraviesa Argentina y sus implicaciones específicas para la cadena porcina.
Gustavo Lázzari es economista y empresario Pyme (es titular de Frigorífico Cárdenas, una empresa familiar de vasta trayectoria ubicado en Mataderos) y reviste como presidente de la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (CAICHA) desde hace una década. Estuvo invitado por Drovet al 8vo. Congreso Veterinario Latinoamericano, en el que disertó con su particular estilo, para ayudar a los asistentes a entender en forma integral el actual escenario económico que atraviesa Argentina.
Desde su perspectiva, la crisis actual se caracteriza por una convergencia inédita de crisis macroeconómica y microeconómica. “desde mi punto de vista, es la primera vez que coinciden las dos crisis, la macro, que es tradicional, hemos tenido muchas, y la micro a la vez. ¿A qué llamamos crisis microeconómica? A que la economía de los negocios particulares está bloqueada. Bloqueada por una estructura impositiva inviable, por una estructura regulatoria que es imperceptible, pero también inviable -por lo menos es el diagnóstico a diciembre del año pasado- y por una legislación laboral que prácticamente impide la contratación en el sector privado. Lo inédito viene dado porque nunca se dieron las dos crisis a la vez. Siempre que la microeconomía estuvo mal, arreglando la macro se empujaba”, explica.
En el plano microeconómico, Lazzari identifica una serie de obstáculos que complican el desarrollo de los negocios privados, incluyendo una estructura impositiva y regulatoria inviable, así como una legislación laboral que dificulta la contratación en el sector privado.
“No es cierto que no haya plan”
El gobierno, según Lazzari, ha trazado una estrategia clara que prioriza la estabilización de las finanzas, seguida de medidas macroeconómicas y microeconómicas después. Sin embargo, el economista enfatiza la necesidad de abordar urgentemente la reforma microeconómica, especialmente a través de la reducción de impuestos. Argumenta que esta medida fundamental no solo estimularía la actividad económica, sino que también aumentaría la recaudación fiscal de manera genuina: “Desde mi punto de vista, humildemente, creo que primero hay que bajar los impuestos. Esta es la madre del asunto. Resolviendo la cuestión fiscal, desde la micro se resuelve la recaudación y eso te va a dar un superávit genuino. Si no entendemos que menos impuestos recauda más, podemos tener problemas”.
“La cadena porcina es como un tren”
Consultado sobre la situación específica de la cadena porcina, Lazzari destaca la interdependencia de todos los eslabones de la cadena: “Somos un tren en movimiento, si el vagón del fondo está mal, la locomotora la pasa mal. No hay eslabón que se beneficie en el largo plazo y sostenidamente si al otro le va mal. Hoy al sector primario le está yendo mal y es un problema de la industria, de los servicios concatenados con la industria, es un problema global de la cadena”, advierte.
Por ello, propone: “Tenemos que trabajar mucho en cadena, yo soy un fanático de esta idea de la cadena como un tren en el que caminamos todos y se mueve a la velocidad del vagón más lento; y tenemos que presionar a la política para que nos destrabe los grilletes que tenemos en cada uno los eslabones de la cadena. Si nosotros no presionamos por nuestros impuestos, por nuestras regulaciones y por la conflictividad laboral… y bueno, no podemos pedir mucho”.
Lazzari insiste en presionar juntos por “una reforma micro fuertísima, el sector necesita más que nada la reforma impositiva, para resolver las cuestiones de los saldos acumulados de IVA, porque el sistema impositivo es inviable por todos lados. Necesitamos también una reforma desregulatoria, no puede ser que cualquier eslabón de la cadena que quiera poner una planta de tratamiento tiene más tiempo de trámite y más costo de trámite, que lo que le cuesta la planta”. El economista identifica la urgencia de una reforma impositiva, desregulatoria y laboral que facilite la operatividad de los negocios.
Mirá la entrevista completa al Ec. Gustavo Lázzari: