Las micotoxinas son un peligro oculto en la alimentación animal, que causa grandes pérdidas económicas. Este breve y valioso artículo, presentado por el equipo de Vetanco, recorre una a una las estrategias de control y prevención para ganar definitivamente la batalla.
¿Por qué las Micotoxinas son una preocupación para los productores de cerdos?
El cambio climático es un fenómeno que se ha intensificado en los últimos años, afectando las condiciones ambientales. Cada vez más, nos enfrentamos al problema del crecimiento de hongos, principalmente del género Fusarium spp., en los cultivos de granos destinados a la alimentación animal. Estos hongos, en situaciones de estrés como sequías o inundaciones, producen sustancias tóxicas conocidas como micotoxinas, las cuales se acumulan en los granos. Después de la cosecha, los hongos pueden seguir produciendo y acumulando toxinas en los granos durante los periodos prolongados de almacenamiento.
¿Cuáles son las micotoxinas más peligrosas?
Las micotoxinas más importantes de Fusarium que afectan a los cerdos son: la Zearalenona (ZEA) y las Fumonisinas (FUM) (3), representando una gran amenaza para la salud y productividad de los cerdos.
La exposición de los cerdos a pequeñas cantidades de Zearalenona puede causar trastornos reproductivos, como la reducción de la fertilidad. Mientras que las Fumonisinas, provocan problemas respiratorios graves, disminución de la productividad y trastornos del hígado (1).
Es fundamental monitorear continuamente las prevalencias y concentraciones de micotoxinas en los granos, lo que permite tomar medidas preventivas adecuadas para reducir el riesgo de exposición de los animales a estas toxinas perjudiciales.
El aumento preocupante de la contaminación por micotoxinas
En el año 2023, relevamientos de casi 8000 muestras de granos y alimentos balanceados en varias regiones de Latinoamérica mostraron resultados alarmantes (2). El 90% de las muestras analizadas estaban contaminadas con micotoxinas, con un aumento del 10% respecto al año anterior. En más de la mitad de las muestras (56%) se detectaron dos o más tipos de micotoxinas combinadas. Esta situación es muy grave, ya que los efectos negativos de estas sustancias se suman y potencian, incluso en concentraciones muy bajas.
La tendencia en Latinoamérica demuestra que la Fumonisina es la más frecuente, presente en el 71% de las muestras, seguida por la Zearalenona, detectada en el 58% de las muestras. Ambas superan los límites recomendados, lo que indica un riesgo elevado para los animales.
En Argentina, la Fumonisina fue la micotoxina más prevalente, presente en el 82% de las muestras, con concentraciones promedio de 2095 ppb., lo que supera ampliamente los límites de riesgo recomendados para los cerdos, que son de hasta 100 ppb en las etapas iniciales y de crecimiento, y hasta 500 ppb en las etapas de engorde y reproducción (2).
¿Cómo prevenimos y luchamos contra las micotoxinas?
Este contexto preocupante y de alto riesgo para los cerdos en producción subraya la importancia de implementar estrategias preventivas de control. Necesitamos actuar en todas las etapas de producción de alimentos para prevenir la contaminación por micotoxinas: desde el cultivo de los granos hasta el almacenamiento y transporte, y finalmente, al procesamiento de los alimentos terminados (4).
La eliminación completa de la contaminación por micotoxinas es prácticamente imposible, aunque podemos reducir su impacto negativo. Las micotoxinas siempre están presentes, y aunque algunas veces sea en pequeñas cantidades, la presencia de múltiples micotoxinas combinadas resulta en efectos tóxicos más potentes, que superan los efectos individuales de cada una.
Es así como, el uso de agentes en el alimento de los cerdos para inactivar estas micotoxinas antes de que sean absorbidas por el intestino, asegurando que posean un amplio espectro de acción contra los distintos tipos de micotoxinas más comunes, resulta fundamental (5).
Conclusión
Las micotoxicosis son un peligro oculto en la alimentación animal, causando grandes pérdidas económicas. Las Fumonisinas siguen siendo las más prevalentes y su capacidad para transformarse en una forma oculta durante el crecimiento de los cultivos, aumenta su cantidad y potencia sus efectos tóxicos. Además, la presencia de casi un 60% de contaminación combinada con Zearalenona y DON, originadas por el mismo hongo Fusarium spp., agrava aún más los problemas asociados con las micotoxinas.
Para enfrentar estos desafíos, es esencial elegir las estrategias de control y prevención adecuadas. Las herramientas de amplio espectro son prioritarias, ya que la combinación de micotoxinas del hongo Fusarium spp. dificulta su eliminación por los secuestrantes tradicionales.
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Por: M.V. Cecilia Rodríguez. Redacción técnica. Vetanco.
Referencias
1. Límites de riesgo de micotoxinas. En línea: https://www.pegasusscience.com/site/br/micotoxinas
2. ebook micotoxinas 2023 – Vetanco
3. FAO (2023) Micotoxinas. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mycotoxins
4. Bulent Kabak, Alan D. W. Dobson & Iş[idot]l Var (2006): Strategies to Prevent Mycotoxin Contamination of Food and Animal Feed: A Review, Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 46:8, 593-619
5. Prevencion de micotoxinas. Sitio: Mycotoxinsite