En este artículo exclusivo para El Productor Porcino, el veterinario Horacio Baldovino analiza cuánto disminuye el costo de alimentación gracias a la climatización de la nave y, recorre una a una las opciones tecnológicas disponibles para el clima templado de la región central del país
Cuando nos referimos a la climatización usualmente tendemos a observar la propuesta puramente desde el lado del bienestar animal o desde el costo absoluto de la inversión en equipos y su montaje, y recién luego de evaluar estos aspectos nos ponemos analizar los beneficios de aportar un buen clima a nuestros animales y a comparar las mejoras con la reducción de costos supuesta para tomar la decisión correcta.
Para climatizar engordes en nuestra zona (región central de Argentina) se pueden usar diferentes métodos y equipos, siempre para refrigerar y ventilar. En nuestro clima templado tienen beneficios los sistemas que usan cortinas, lo que nos da la posibilidad de usar la ventilación natural principalmente en primavera y otoño. Esto tiene como ventaja el ahorro de energía y la disminución del desgaste de los equipos.
Por otro lado, debemos poner especial atención en los controladores para manejar la ventilación con las máquinas de cortinas y si se manejan en modo manual siempre debe haber un operario disponible para variar la apertura ante un cambio de temperatura o al final del horario laboral.
Hay una gama variada de equipos disponibles para climatizar una nave de terminación, desde los más sofisticados completamente cerrados con mampostería, sin cortinas laterales, con extractores en un extremo y paneles evaporativos del otro por donde ingresa el aire a temperatura ambiente y se enfría al ingresar; hasta los sistemas de sprinklers o gota gruesa, algo más sencillos que los anteriores pero bastante eficientes.
Este último sistema se está usando cada vez más en las naves de engorde por su costo relativamente bajo, su facilidad de montaje y su efectividad para bajar la temperatura. Se basa en rociar con una llovizna de gota gruesa sobre los cerdos y el piso, también hay ventiladores direccionados hacia los animales que le proveen una corriente de aire en forma directa, los ventiladores se alternan con la bomba de agua de los picos pulverizadores; por ejemplo, se rocía agua por un minuto y se prenden los ventiladores por cuatro minutos completando un ciclo de cinco minutos.
Este sistema es bastante eficiente para bajar la temperatura de los cerdos ya que a diferencia de los paneles evaporativos o los sistemas de foggers o niebla en los que el agua se evapora en el aire bajando la temperatura del mismo y el aire más frío junto con una velocidad adecuada bajan la temperatura de los cerdos, el sistema de sprinkler o gota gruesa moja directamente a los animales y al piso y la corriente de aire de los ventiladores la hace evaporar de la superficie de los animales disipando el calor en forma directa.
Este es un sistema muy usado en los módulos de engorde en Estados Unidos. Los que se han montado en Argentina han tenido bastante éxito en dar confort a los animales en la temporada de calor manteniendo el consumo en buenos niveles y logrando velocidades de crecimiento excelentes.
Las empresas que llevaban registros al momento de adoptar estas tecnologías pueden mostrar datos dispares de mejora en los parámetros productivos como también lo muestra la bibliografía, pero en todos los casos que conocemos esta mejora cubre la amortización de la inversión, teniendo en cuenta tanto a equipos de pulverización con gota gruesa como a túneles de viento con paneles evaporativos.
De hecho, cuando alguien climatiza una nave de engorde con el método que sea para tomarlo de experiencia, es muy probable que al año siguiente también climatice los otros galpones restantes de la explotación.
Generalmente cuando algún productor nos consulta acerca de la climatización de algún engorde, empezamos a conversar de los montos de la inversión, del costo de los equipos, de las diferentes alternativas que hay disponibles para su caso y luego, cuando se ha decidido ya por un tipo de climatización, evaluamos las mejoras esperadas y estimamos el tiempo en que se va a pagar el equipo.
En este caso voy a proponer un camino inverso para poder dimensionar y comprender el impacto productivo positivo que puede ocasionar una climatización en la época de calor en un galpón de engorde.
Un caso puntual, a modo de ejemplo
Tomemos en cuenta que se instala una climatización en un galpón de engorde convencional que aloja a 900 animales desde los 32 a los 114 kg de peso vivo, independientemente si es de ciclo completo o no.
Podemos suponer, siendo conservadores, que vamos a mejorar la conversión alimenticia (C.A.) en 200 g y no vamos a tener en cuenta para este cálculo ni la mejora en la velocidad de crecimiento ni el aumento en el consumo de alimento, ambas variables seguramente se verán modificadas para mejor al controlar el ambiente climático.
También vamos a considerar que la diferencia por climatizar se a observar en la temporada de temperaturas más altas, tomaremos en cuenta 26 semanas al año. Podemos suponer que estos animales crecen 900 g por día de promedio desde su llegada hasta la venta 13 semanas después.
En ese periodo se van a producir en este galpón unos 1800 cerdos de 114 kg, cada uno habrá aumentado 82 kg en su estadía de 13 semanas en esa nave. Si por cada 1 kg de peso vivo que aumentaron esos animales hubo un ahorro de 0,200 kg de alimento, se puede estimar que en los 147.600 kg que aumentaron esos animales hubo un ahorro real de 29.520 kg de alimento balanceado en ese periodo de medio año.
Estos números se pueden extrapolar y adaptar a una explotación existente para comparar el monto del ahorro en alimento con la amortización del equipo elegido o presupuestado.
Es válido reiterar que tomar solamente el ahorro en conversión alimenticia y ningún otro factor más, y que ese ahorro se calcule en 200 g de alimento por cada 1 kg de peso vivo productivo, es un cálculo conservador y lógico.
Como en este caso tomar el valor de que en un galpón de engorde en la zona de clima templado se puede considerar un ahorro promedio de 16 kg de alimento por cada animal terminado en primavera y verano.
Cabe aclarar que no se están considerando otras mejoras productivas más difíciles de ponderar como la velocidad de crecimiento y la tasa de mortalidad; así y todo con esta mejora sobre la conversión alimenticia la inversión se estima que se pagará en alrededor de tres años.
Por último, me permito recomendar que al momento de empezar a evaluar la instauración de un equipo de climatización en una nave, es tomar contacto con los proveedores disponibles y principalmente pedir asesoramiento, también es muy ilustrativo para el productor que no ha climatizado aun visitar algunas instalaciones que estén funcionando correctamente.
Fuente y foto: Méd. Vet. Horacio Baldovino. (AGROSALE / INDIV ).