El maíz, el dólar, la inflación y las importaciones porcinas. Un análisis completo y exclusivo del economista Carlos Seggiaro

El licenciado Carlos Seggiaro, especialista en economía, disertó en Río Cuarto sobre “Perspectivas económicas con enfoque agropecuario”, invitado por Nutricor a la apertura de su nuevo local comercial. En diálogo exclusivo con El Productor Porcino, el economista compartió sus impresiones sobre las perspectivas del mercado local de carnes, del dólar, de lo que puede esperarse en cuanto a precios y costos, las importaciones brasileras y las exportaciones argentinas.

Seggiaro hizo un exhaustivo análisis del mercado de las carnes en Argentina y su perspectiva para lo que queda de este año y para 2018. Expresó que a su criterio, el escenario para el próximo año incluye un dólar que se mantendrá siempre por encima de la inflación, mayores costos por aumento de las tarifas y de la divisa norteamericana, y márgenes reducidos de rentabilidad.

Respecto del escenario actual del mercado de carnes, Seggiaro aseguró que “Lo que está ocurriendo tiene que ver con el escenario recesivo en el que estamos en este momento y con la forma en que se distribuye el ingreso en la sociedad actualmente. Hubo una pérdida de poder adquisitivo en algunos segmentos de la sociedad argentina que están expresando dos cambios en la demanda: el primero, es que se consume menos proteína animal y más hidratos de carbono; y el segundo es que dentro de las carnes, continúa el proceso de sustitución de la carne vacuna por porcina y aviar”, dijo.

Qué puede esperarse del dólar (y de los costos)

Seggiaro fue determinante en anunciar que necesariamente “este Gobierno tiene que ir convalidando un mayor tipo de cambio de cara al próximo año. Probablemente veamos que el dólar va a ir subiendo por encima de la inflación. Ese dato, para un productor agrícola es una gran noticia. No así para un productor de proteína animal, que está usando ese grano como alimento dentro del mercado interno”.

Por otra parte, el aumento del dólar generará el efecto dominó sobre los costos de producción: “Para 2018 vamos a un escenario en el que los costos van a sufrir una especie de aceleración y se van a ir por arriba de lo que van a subir los precios. Eso expresa que va a haber una disminución en los márgenes de rentabilidad, que nos conduce nuevamente al debate de la eficiencia y la escala”, insistió el especialista.

Si cambia el consumo, crecen los desafíos de la industria cárnica

Para Carlos Seggiaro, el aumento en el consumo de la carne de cerdo por parte de los argentinos, es una tendencia que llegó para quedarse. De hecho este año, por primera vez en la historia, el consumo de carne porcina y aviar juntas, superaron el consumo per cápita de carne bovina. Al respecto, Seggiaro dijo que “algunos pueden creer que es sólo una cuestión coyuntural. Yo personalmente creo que es un punto de inflexión definitivo con el cual hay que mirar el futuro del negocio de todas las carnes en Argentina”.

En ese marco, el desafío para la cadena porcina radica en que “actualmente es ineficiente en gran medida y además necesita escalarse e incorporar tecnología. Ese proceso ya está en marcha, lo estamos viendo y se va a profundizar cada vez más”, dijo tajante el economista.

Si se consideran los niveles de eficiencia de las cadenas cárnicas más importantes del país, Seggiaro remarcó que “el sector más eficiente en términos de conversión y de procesos es el avícola. Porque no desperdicia parte de su producción y manda todas las partes del animal al mercado. En ese sentido, tanto el sector bovino como el porcino tienen un gran desafío”.

Para la producción bovina el desafío tampoco es menor. Según Seggiaro “si hay un cambio en la pauta de consumo de la sociedad argentina en favor de las carnes que llamamos ´alternativas´, quiere decir que cualquier proceso de recuperación del stock de carne bovina va a tener que hacerse mirando al mercado de exportación y a su vez, ahí hay otro desafío de gran importancia, que es aumentar la eficiencia de la cadena de valor”.

Las importaciones de Brasil

Desde la asunción del Presidente Macri en diciembre de 2015, las reglas cambiaron. El paquete de medidas económicas implementado (algunas casi inmediatamente) hizo sacudir a la porcicultura nacional. “Es necesario abrirse al mundo” es una expresión que se volvió casi un emblema de la política económica del gobierno de Cambiemos. Seggiaro fue claro en la descripción del modelo económico del actual Gobierno: “Hubo un cambio de reglas claro. Pasamos de un gobierno intervencionista que priorizaba el funcionamiento del mercado interno, a un gobierno que abre la economía al juego internacional y que intenta desregular los mercados. Ese cambio de reglas para algunos sectores puede ser positivo, y para otros claramente negativo”, dijo.

Uno de los efectos de ese “abrirse al mundo”, es el ingreso desregulado de productos extranjeros al mercado local. Las importaciones de carne de cerdo brasilera son la principal preocupación de los productores y técnicos del sector porcino, por la competencia (catalogada por algunos como desleal) que genera con la producción local de carne porcina.

Seggiaro explicó el motivo de esa estrepitosa aceleración de las importaciones de carne del país carioca: “Brasil está atravesando una recesión muy seria, la peor de las últimas décadas. En ese escenario, obviamente el sector frigorífico y el de producción para el mercado interno están muy golpeados, hay un proceso de acumulación de stock, que intentan colocar en los mercados vecinos” explicó y aclaró que “para entender las importaciones de carne porcina de Brasil no hay que mirar el tipo de cambio ni los costos de producción. Lo que lo explica es mucho más simple, y tiene que ver con que salen a reventar otros mercados al precio que sea”.

“No sólo pasa con la carne porcina, sino que lo estamos viendo también en muebles, en automóviles y en tantos otros rubros no agropecuarios en los que el stock brasilero se está trasladando al mercado argentino”, explicó el economista.

Las exportaciones

Para Seggiaro, los mercados externos que se están abriendo para la carne porcina nacional, no tienen el peso suficiente como para descomprimir el mercado local: “Por ahora es simbólico. No es un escenario claro de negocios, al menos hoy. A largo plazo puede serlo. Para eso hace falta un gran esfuerzo. Pero por ahora sólo estamos viendo la punta de un iceberg”, dijo.

Sin embargo, el economista opinó que el camino que se está transitando en el comercio exterior es más que acertado: “El sudeste asiático es el futuro de la proteína animal argentina, y es el mercado al que hay que apuntar en el futuro sin lugar a dudas. Hay que olvidarse de Europa y de otros mercados tradicionales, y mirar básicamente el desarrollo del sudeste asiático, que es donde está el futuro de la mayor parte de los negocios de agroalimentos”, destacó.

El maíz se mantendrá estable en el corto plazo

Recientemente había dudas respecto de la salud del maíz en los Estados Unidos, debido a la sequía que sufrió durante el último mes y medio. Se esperaba que ello afectara el stock del cereal y disparara su precio en Chicago.

Finalmente, el informe del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés), anunció que las pérdidas no serían tan significativas. En ese sentido, Seggiaro explicó que “El mercado internacional está en un proceso de descompresión, porque supone que el clima se está estabilizando y que las pérdidas para el maíz no son tan serias como algunos consideraban. Si no hay una revisión de la cuestión climática en las próximas semanas, el mercado mundial vuelve a un escenario de tranquilidad, sin cambios de tendencias en los precios”. 

                  [Seggiaro disertó en la inauguración del nuevo local de Nutricor, en Río Cuarto. Leé más sobre el evento aquí]

 

Mirá el video con la entrevista a Carlos Seggiaro: 

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