La consultora JLU publicó su informe mensual en el que analiza las principales variables del negocio porcino en Argentina durante el último mes del año, al tiempo que advierte sobre las posibles reglamentaciones en bienestar animal y la crisis sanitaria global
El ingeniero Juan Luis Uccelli difundió el análisis de su consultora privada respecto de la situación del sector porcino argentino, en base a los datos e índices de diciembre de 2022. Además, analizó el mercado local, el internacional y sus posibles proyecciones.
El precio del cerdo en pie subió en pesos, pero en dólares vale menos.
“Cerramos el año con una nueva baja de la cotización en dólares del cerdo en pie (a pesar que tuvo una suba en pesos) y mantiene una alta cotización con el promedio histórico (+16.3%), con el mismo mes del año pasado (+3.6%) e inferior a noviembre (-2.9%)”.
“Transcurrimos diciembre con el invento del “dólar soja” que sirvió para recaudar algo de divisas, pero generó en un montón de sectores serios problemas, cerdo incluido. Como lo venimos haciendo, si aplicáramos ese valor del dólar soja y lo relacionamos con el valor que tendría el cerdo nos da U$D1.33 por kilo”.
Menor peso de faena
“Cerramos el año con un peso de faena similar a diciembre del 2021 y con una baja importante con el mes de noviembre”.
Caída del margen bruto en dólares y aumento de costos
“La suba extraordinaria de la soja, que generó tracción también al maíz, provocaron un aumento de los costos de producción, generando una caída importante en los valores del Margen Bruto en dólares, bajando después de 5 meses, del promedio histórico”.
“El precio de la soja trepó de forma grosera en tan solo 30 días con valores similares a los que se pagan en Chicago, a pesar de las retenciones. El precio del jamón, el maíz y el dólar tuvieron un aumento superior a la inflación proyectada, mientras que el ICC, el pechito, el cerdo en pie y el vacuno estuvieron por debajo”.
“Quizás diciembre 2022 sea recordado por el éxito deportivo de la Selección de Futbol en la obtención del título mundial, pero hubo hechos que pegaron a muchas cadenas productivas a partir del error repetido, “dólar soja II”. Como siempre fue un negocio para los grandes acopiadores-exportadores y los productores simples y terrenales de soja, la vieron pasar. Tampoco cierran los números de una soja a $100.000 que con un dólar oficial da un valor de U$D579, similar cotización al de Chicago (y las retenciones???). Todos los que consumen soja o los que deben pagar alquiler con valor soja, están en una situación crítica y no se soluciona con “palabras” de compensaciones, que son solo eso, palabras.
También subió el maíz y muchos insumos, además del personal. Por esta razón disminuyó el valor del Margen Bruto, que sigue siendo positivo (una de las pocas actividades de producción cárnica que lo logra). Esto permite seguir teniendo un colchón, ahora más chico, para los tiempos que vendrán, que se supone serán complicados, por lo menos.
Siguen las importaciones de carne de cerdo
Continua la ironía de la importación de carne de cerdo de forma exprés (que producimos en cantidad y calidad) y la complicación de la importación de insumos, genética e implementos (todos no fabricados en el país). Gran parte del problema es el tipo de cambio que sigue estando atrasado. No sirve la creación de dólares especiales, deberíamos tener un solo tipo de cambio y no hay duda que Argentina sería competitiva e ingresaría dólares, algo que el Gobierno necesita. Pero el miedo sigue manejando la agenda de nuestro país y el miedo al único lugar que conduce es al abismo.
En el ring de la góndola, nos salva la campana del carnicero
Sigue de oferta el ganado vacuno en pie, pero las consecuencias a mediano plazo serán importantes, con una disminución de la oferta y un aumento del precio del propio animal y de los cortes al público. Hay que agradecer a los carniceros y supermercados que no solo no bajaron el precio de la carne vacuna al público, sino en muchos casos lo subieron, permitiendo que la carne porcina se siga ubicando por debajo en la comparación de góndola.
La cuestión del bienestar animal
Se conocieron algunos borradores de proyecto de normativa sobre bienestar animal y en principio preocupa la rigurosidad de algunas medidas que tratan de “copiar” directamente acciones que tomaron o están tomando en Europa.
Cabe mencionar que en Europa la producción porcina está tratando de ser eliminada lo más diplomáticamente posible. Que muchas restricciones tienen como objetivo directo desalentar la producción. Que la densidad de cerdos por kilómetro cuadrado supera los 50 y llega en algunos casos a 250. Que no tienen tierra, que no tienen agua y que no tienen dónde tirar los efluentes.
En Argentina la situación es diametralmente opuesta. Tenemos menos de 2 cerdos por kilómetro cuadrado y en los lugares de mayor densidad, 6. Tenemos tierra, tenemos agua y podemos darles un uso agronómico a los efluentes, para mejorar la producción cerealera. Que aplicamos en las granjas el bienestar animal no hay dudas, sino no tendríamos los parámetros de producción que tenemos. Que debemos mejorar en algunos ítems, pero pensando en nuevas instalaciones y no cambiando las existentes. Si el borrador se aplicara hoy, muchos productores deberían cerrar.
Crisis sanitaria global
Siguen los problemas sanitarios mundiales con la Influenza Aviar, que ya está en Sudamérica y gracias a Dios, Argentina sigue libre, pero tendrá consecuencias comerciales inevitables para los países que la declararon. Por otro lado, la PPA sigue su camino en Rusia y el centro de Europa, sin saber correctamente lo que está sucediendo en China, pero que no sería noticias alentadoras.
La situación de agravamiento del COVID en China, afectará el comercio de carnes por un breve tiempo y la tonta guerra de Rusia y Ucrania, también lo hizo y lo hará. Es posible comenzar el año 2023 con problemas, pero el optimismo indica que se solucionarán y que volveremos a un comercio normal o casi normal.
Conclusión
Diciembre fue un mes positivo, pero no tan interesante como venían siendo los últimos 4 meses, dando un resultado significativo para el año.
Las decisiones coyunturales del Gobierno en materia económica para mantener el objetivo con el Fondo Monetario Internacional, le dan resultado, pero a un costo muy alto y sin solucionar el problema de base, que es disminuir la inflación y aumentar la producción para abastecer el mercado local y tener saldo exportable con ingreso de divisas. El “dólar soja II” volvió a servir para tapar el agujero de la caja del Gobierno, haciendo varios agujeros en producciones locales, que poco le interesan.
La sequía sigue haciendo sus destrozos, encareciendo insumos claves y generando una sobreoferta de vacunos en el mercado. En algún momento lloverá y cambiará la situación, en el mientras tanto seguirán las complicaciones.
Es necesario que el Sector participe con gente de sentido común en el armado de nuevas reglamentaciones, para que en primer lugar sean aplicables y, en segundo lugar, no generen un problema mayor, como es el caso de bienestar animal.
Por:
Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli - JLU Consultora.
ISP N62A5. Diciembre 2022.-