APROCER es una experiencia de éxito asociativo que demuestra que cuando se vence la barrera del individualismo, la rentabilidad de la producción porcina no tiene techo

Francisco Servetto es un porcicultor asociado a APROCER en Oncativo, Córdoba. En la 7ma. Jornada de la Cadena de la Carne Porcina, compartió con los asistentes la experiencia asociativa primera, y relató cómo ésta sirvió de puntapié para avanzar juntos en la cadena.

APROCER comenzó como una fábrica de lechones. Hoy, con nuevas sociedades nacidas de su seno, los productores avanzan hacia el engorde y la comercialización de la carne en puntos de venta propios.

“Nos llevó un año de trabajo, de reuniones, de generar consenso; y logramos la convicción de que asociarnos era el camino para los pequeños productores de permanecer en el negocio, de ser eficientes y de ser competitivos. Nos dimos cuenta de que la asociación nos iba a garantizar la permanencia en la actividad” relató Servetto, y agregó: “individualmente para un productor de 20 - 30 madres es muy difícil acceder a todo el paquete tecnológico que requiere esta actividad para la eficiencia y la productividad adecuada” sentenció.

Mirá la entrevista: 

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