El analista Juan Luis Uccelli publicó su informe con los números de octubre del negocio porcino y, fiel a su estilo, opinó sobre el modo en que la incertidumbre por las elecciones nacionales y la situación macroeconómica irresuelta golpea a los productores.
Precio del cerdo en pie
Con un dólar estancado nuevamente y una inflación en alza, el capón trepó de una forma importante, teniendo la cotización más alta en dólares de todo el 2023. El valor es un 10.6% más que en septiembre, aunque un 4.4% menos que el mismo mes del año pasado.
Volvimos a tener un nuevo dólar exportaciones y cuando relacionamos dicho valor con la cotización del cerdo en pie, nos da un importe de U$D 1.26, como siempre muy competitivo no solo en la región, sino en el mundo. Conclusión: el dólar oficial no es real.
Peso de Faena
Después de cuatro meses de tener un valor mayor de peso de faena promedio al año anterior, octubre presentó una baja (promedio 115,7 kilos/cabeza). Igualmente, el promedio anual de los primeros 10 meses es positivo y no es aún mayor por la dificultad de acceder al maíz y la soja.
Margen Bruto en dólares
La nueva actualización del maíz y la soja a un dólar más competitivo y la complicación de la importación de productos que no fabricamos, aumentó en demasía el costo de producción bajando el margen bruto en dólares. Sabemos que esta situación es complicadísima para los productores de baja escala.
La opinión de Uccelli
Seguimos en tiempo electoral y como habíamos anticipado la historia no terminaba el 22 de octubre, sino se estira al 19 de noviembre entre los dos candidatos más votados.
La incertidumbre es muy grande y las posibilidades son las mismas que hay cuando se arroja una moneda, puede ser cara o ceca. Mientras en la realidad de todos los días viven personas que no les alcanza para salir de la zona de la pobreza y muchos están en la indigencia.
También viven productores a los cuales se les aumenta el valor de los cereales por un nuevo dólar y su cerdo, a pesar de subir, no tiene el mismo resultado. Esto provoca, en el mejor de los escenarios, una baja en el margen bruto y para muchos pequeños productores una complicación muy seria de rojo en las cuentas.
Sumemos a esto la incertidumbre que existe de los que tienen maíz y soja y lógicamente no quieren vender, conclusión los cerdos (también los pollos, los vacunos y otras especies) no comen promesas, necesitan alimento.
Siempre tratando de ver el vaso medio lleno y considerando que el gobierno que sea electo realizará indefectiblemente una devaluación, parte de la misma la están pagando los productores cuando compran el maíz y la soja con un dólar mucho más alto que el oficial. Parte del golpe bajo de la devaluación, los productores de cerdo lo están pagando hoy.
Un párrafo aparte merece la situación del valor de la carne de cerdo al público. Tanto el cerdo en pie, como la media res porcina tuvieron alzas inferiores a la inflación, pero el precio al público pego un salto que uno puede aseverar que no sucedió en los últimos 20 años: un 35% en un mes. Es una barbaridad, más allá que en agosto y septiembre el aumento subió por debajo del cerdo en pie, pero tomando los tres meses, la diferencia a favor del precio al público tuvo un alza superior al 16.5%.
Esto está relacionado con el precio de la carne de vacuno al público que, si bien no subió dicho porcentaje, venía subiendo los últimos tres meses. La carne de cerdo se acomodó o mejor dicho la “acomodaron”, manteniendo una diferencia del 20 al 30% más barata que el vacuno y estando cerca del pollo. El precio al público lo maneja la relación con la carne vacuna y no con el valor del cerdo en pie.
Esta situación desmadró la relación del cerdo en pie, con el Índice Carne de Cerdo que supero el promedio histórico de 3.08 y llegó a 3.18. Esto deberá normalizarse en poco tiempo, recordando que estábamos los últimos dos años en una relación de 2.6 a 2.8. Uno pensaría que hay espacio para la suba del cerdo en pie, siendo la única incógnita hasta cuándo sigue comprando el consumidor.
Aparecieron los pagos de las compensaciones de la soja y el maíz en el boletín oficial, con la sorpresa que algunos del listado lo cobraron de forma inmediata y otros aún no. Esperemos que se normalice antes del 19 de noviembre.
Es difícil analizar la situación del país y del sector, quizás porque Argentina no sea lógica o aún, mejor dicho, que los argentinos no somos lógicos. Somos viajeros constantes en una montaña rusa, mezclada con el tren fantasma y las aventuras de Indiana Jones. Lo increíble que seguimos y nadie nos entiende, personalmente creo que ya ni Dios nos entiende.
Estar produciendo sin saber si mañana los cerdos podrán tener alimento balanceado, si la aplicación del inmunocastrador la podremos hacer, después de tener un cachorro sin castrar y muchas otras cosas, en la lógica es imposible. Pero los productores porcinos de Argentina siguen produciendo e increíblemente, siguen invirtiendo y para algunos sigue siendo rentable.
Se debe pensar que el nuevo Gobierno, no importa cuál, no tiene en agenda al sector porcino, ni siquiera al sector agropecuario y que el desarrollo del sector se debe volver a negociar con las nuevas autoridades, mostrando las virtudes de generar ruralidad, dar valor a los cereales, reemplazar la carne vacuna que faltará y hasta divisas mediante la exportación de carnes porcina, subproductos y productos elaborados.
El Sector Porcino de Argentina crecerá de todas formas, si se logra que den una mano, será más rápido.
Fuente: “Informe del Sector Porcino Argentino del mes de octubre 2023” ISP N73A5 – Octubre 2023 | Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli | JLU Consultora | jluconsultora@gmail.com