30 oct. 2018
LA SANIDAD PORCINA DEL FUTURO SE DISCUTIÓ EN MIRAMAR
En Miramar, el especialista en sanidad Javier Sarradell ayudó a los productores a pensar una producción porcina con menos antibióticos
En Miramar, el especialista en sanidad Javier Sarradell ayudó a los productores a pensar una producción porcina con menos antibióticos
Los desafíos a los que la sanidad animal deberá enfrentarse en los próximos años son varios. Sin embargo, es claro que la reducción del uso de antibióticos encabeza la lista.
El uso de antibióticos en forma irracional provoca grandes impactos en, al menos, dos niveles: la salud humana y la producción animal. “Los antibióticos son moléculas muy útiles tanto para la producción como para la salud humana, por lo que tenemos que tratar de preservarlas para que permanezcan efectivas el mayor tiempo posible el tratamiento en humanos”, empezó explicando el veterinario.
Por otro lado, a nivel de la sanidad animal y la producción, cuando no son usados adecuadamente los antibióticos “pueden empezar a aparecer resistencias de los microorganismos, lo que deriva en pérdidas productivas desde la ganancia de peso del animal, la conversión alimenticia hasta incluso en la mortalidad”.
Cambios en las demandas de los consumidores
En los últimos años, los consumidores de todo el mundo comenzaron a exigir a los sectores productivos, que la carne que llega a las góndolas tenga una menor cantidad de antibióticos, haya sido producida más naturalmente y bajo ciertos estándares de bienestar animal.
Para Sarradell ello también implica una buena alternativa para el productor porque, en la medida en que el animal vive con bienestar, “estará más capacitado en su sistema inmune porque hay menos estrés” y, por tanto, requerirá un menor uso de antibióticos y otros fármacos.
A veces conviene “cortar por lo sano”
Otra de las cuestiones a explorar en el futuro cercano, para Sarradell, es la producción que se logra en términos de la genética que se utiliza. Como explicó el especialista: “Ciertas granjas que tienen más problemas sanitarios, a veces tienen que evaluar un vacío parcial o total de la granja”. Explicó que “a veces hay una cierta reticencia del productor, porque pierde de ganar dinero en lo inmediato, pero si la genética es vieja o poco productiva, en momentos de poca rentabilidad puede ser una buena salida repoblar la granja con una genética más saludable luego de un vacío sanitario que corte la cadena de transmisión de las enfermedades”
Mirá la entrevista completa a Javier Sarradell:
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