En tiempos de emergencia sanitaria y de una economía paralizada por la cuarentena obligatoria, el campo argentino ha dado sobradas muestras de solidaridad y de compromiso social para con los sectores más vulnerables. Recogemos algunas de ellas en este informe
Desde que la OMS declaró la pandemia, el pasado 11 de marzo, el mundo se ha visto en jaque. Las primeras potencias económicas y armamentísticas del globo sucumbieron ante el poder de una molécula diminuta. Gigantes de rodillas ante un enemigo que ni siquiera pueden ver. Los grandes paradigmas que sostienen nuestra sociedad moderna son ahora más cuestionados que nunca: la política, la economía, la religión…
“En la cancha se ven los pingos” reza el dicho popular. Las situaciones de crisis sacan lo mejor de las buenas personas y ésta no ha sido la excepción. En las últimas semanas, diversos actores del núcleo productivo argentino, conscientes de que la crisis golpea más fuerte a unos que a otros, han puesto en marcha acciones solidarias, desinteresadas y de gran valor para sus comunidades. Aquí recogemos unos pocos ejemplos que de ninguna manera alcanzan para pintar en su totalidad la magnitud de la solidaridad que se puso en evidencia en todo el país.
Un productor donó $100.000 para comprar mercadería
En Las Varas (Córdoba), el productor agropecuario Fabián Macias, donó $100.000 para comprar mercadería para sus vecinos más necesitados. Además, fijó como condición que la mercadería se comprara en locales comerciales de la misma localidad, “para que la rueda económica gire un poco”, dijo.
La Sociedad Rural de 9 de Julio reunió 4 millones
En la ciudad de 9 de Julio (Buenos Aires), la Sociedad Rural impulsó una colecta que logró reunir más de 4 millones de pesos, puestos a disposición del Comité de Crisis de Salud del distrito. Con ello, ya se compraron más de 5 mil barbijos y otros implementos que serán utilizados por el personal de salud de todo el partido de 9 de Julio.
Un frigorífico dona carne para familias de bajos recursos
De esta historia dábamos cuenta la semana pasada (leer nota). Se trata de la empresa “Sabores del campo”, de Monte Maíz (Córdoba), que decidió donar paquetes con dos kilos de carne cada uno para familias que lo necesitan. Inicialmente lo iban a hacer un solo día, pero la demanda fue tal que las entregas, que comenzaron el pasado jueves 26, continúan incluso hoy.
Ganaderos donan animales
La Asociación Agrícola Ganadera junto a la Cámara de Propietarios de Maquinarias Agrícolas de La Pampa (Caproma) iniciaron una campaña que consiste en la donación directa por parte de productores ganaderos de animales en condiciones de ser faenados, de cualquier categoría: vaca, novillo, novillito. Un frigorífico hará la faena y embolsará los cortes al vacío de 1 kg., para ser repartidos por la Municipalidad de Santa Rosa entre los sectores más vulnerables.
En la localidad de Ayacucho (Buenos Aires) iniciaron una movida similar: los ganaderos donan novillos para, por medio de su posterior venta, conseguir fondos para el Hospital de la localidad.
En Rosario, colectan alimentos y productos de limpieza
El Banco de Alimentos Rosario (BAR) y la Bolsa de Comercio Rosario (BCR), bajo la consigna “contagiemos solidaridad”, lanzaron una campaña conjunta junto a otras 500 organizaciones sociales rosarinas. Esta iniciativa pretende conseguir 500 mil raciones semanales de alimento, al tiempo que busca sumar productos de limpieza, como lavandina y jabón.
150 mil litros de bioetanol para convertirlo en alcohol en gel
La Cámara de Bioetanol de Maíz (Biomaíz) se sumó al accionar de varias universidades, escuelas y municipios de todo el país, y junto a un grupo de productores de Córdoba, San Luis y Santa Fe donaron 150.000 litros de bioetanol a los respectivos gobiernos provinciales para la fabricación de alcohol en gel. Con el maíz se produce etanol y tras su destilación, se obtiene alcohol de uso medicinal.
Productoras y costureras
Productoras agropecuarias de todo el país, se hicieron un hueco en sus tareas rurales diarias para coser barbijos y ropa para los hospitales de sus comunidades. Tal es el caso de mujeres de Máximo Paz en Santa Fe, de Leones en Córdoba, y tantas otras a lo largo y a lo ancho del interior productivo de nuestro país.
Historias como estas que, aunque anónimas, son inmensamente valiosas, se repiten incansablemente en todo el país en las últimas semanas. Alimentos, medicamentos y productos de limpieza para familias vulnerables; barbijos, respiradores, indumentaria para personal de salud, camas y sábanas para hospitales; son algunos bienes que hace muy poco se convirtieron en artículos de lujo. El campo argentino está trabajando por todos ellos, además de seguir produciendo para que no falte el alimento en las góndolas.
Esta pandemia puede ser la peor de las canchas, pero la solidaridad del argentino es, definitivamente, el pingo más veloz.