La empresa de genética porcina Genporc, que importa genes canadienses caracterizados por su alta productividad y excepcional calidad de carne, vuelve a revolucionar el mercado con un nuevo modelo de negocios asociándose con un establecimiento que, además de multiplicar cachorras, las comercializará.
“Estamos felices y complacidos de presentar en sociedad una revolución en lo que es la estructura de comercialización y desarrollo genético para Argentina. Finalmente hemos podido ejecutar un plan que veníamos pensando hace mucho tiempo y encontramos en el Establecimiento Don Abel todas las condiciones para avanzar y ponerlo en marcha”, dijo Guillermo Lloveras, socio gerente de Genporc.
En los modelos tradicionales de multiplicación genética, las empresas proveedoras se quedan con la parte mayoritaria de la ganancia y el multiplicador recibe una regalía menor. Aquí esa matriz se invierte: Don Abel comercializa los reproductores y paga una regalía menor a Genporc.
“Este cambio en la estructura del negocio responde a la aspiración que tiene Genporc de hacer un desarrollo genético de punta, de acercar al productor la mejor opción genética e incluso, a futuro, poder exportar esa tecnología”, explicó Lloveras. “Sabemos que para ello necesitamos mucho volumen de desarrollo genético, para hacer genética de calidad necesitamos muchos brazos, y este es el primer paso”, dijo.
Establecimiento Don Abel es un centro genético de multiplicación, radicado en plena zona núcleo, en Casilda, Santa Fe: “Eso también nos permite posicionarnos en el territorio y lograr el liderazgo en zonas que consideramos estratégicas, con productores empresarios que tengan la misma visión que nosotros y con profesionales de alto nivel, referentes del sector, que estén a la altura del desafío”, explicó Lloveras.
Don Abel es propiedad de la familia Pigozzi: “Encontramos en ellos a socios de una calidad humana excepcional, pero también apasionados por el trabajo, y convencidos de la importancia de agregar valor”, dijo Lloveras. Por otro lado, Horacio Baldovino es el profesional técnico asociado: “Es un profesional absolutamente determinante en la producción porcina, un técnico de primera, comprometido con el crecimiento de la producción porcina nacional”, definió Lloveras.
En Don Abel se producen las hembras F1 GP-Prolific, una hembra que además de ser hiperprolífica, transmite una velocidad de crecimiento notable. Desde Don Abel transmitirán los beneficios de la genética canadiense a unas 3 mil madres por año, que se traducirán en 12 millones de kilos producidos anualmente en la zona de Casilda, para que granjas de toda la región puedan producir más y mejores cerdos.