La empresa, que hasta ayer se conoció como La Botica, festejó en Rosario su 60° Aniversario junto a amigos y clientes, presentando su nuevo nombre e identidad de marca y su renovada línea de genética, producto de la alianza que la empresa argentina concretó con la multinacional Hypor.  

A principios de diciembre en la ciudad de Rosario se congregaron clientes y amigos de Genética LB, para celebrar los sesenta años de una empresa que nació por la afición de un boticario del interior profundo de la provincia de Buenos Aires y evolucionó hasta convertirse en proveedora de reproductores de alto mérito genético para las granjas argentinas.

La celebración comenzó alrededor de las 18 horas en los auditorios del Hotel Solans Presidente, con la participación de casi un centenar de personas. Allí, Edgar Figueroa Massei, gerente de Genética LB dio la bienvenida con una presentación en la que describió la empresa, los desafíos superados y las apuestas a futuro de una compañía familiar que decidió renovarse por completo.

Tras las debidas presentaciones, el portugués Carlos Martins, representante de la firma proveedora Hypor, compartió con los presentes las características de la multinacional y describió en detalle los procesos de desarrollo que llevan a cabo en Canadá, país donde se ubican los núcleos genéticos de la firma y que, por medio de Genética LB, están disponibles para los productores argentinos.

Ya en el salón dispuesto para compartir una cena de camaradería, Luis Guerra, el titular de Genética LB, tomó la palabra para hacer un breve recorrido por la historia de la empresa que fundó su padre y que, actualmente, él dirige orgullosamente junto a su familia. Guerra agradeció el apoyo y la compañía de sus clientes, amigos y empleados, al tiempo que los invitó a ir por un prometedor futuro. 

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