La Federación Porcina Argentina (FPA), abre la última edición de su Revista con una columna de opinión en la que denuncia cómo el actual desorden macroeconómico golpea a la producción en más de un frente y señala que, el gobierno que venga, deberá ordenar esos factores ineludiblemente.

La editorial completa se transcribe a continuación:
Estamos dentro de un proceso electoral que determinará en el sistema democrático que hemos decidido vivir, el próximo Gobierno que nos dirigirá en los próximos cuatro años desde el 10 de diciembre. Más allá de quién resulte electo necesitamos como país tener una macroeconomía ordenada.
Desde hace rato no somos competitivos en el mercado internacional, nuestro costo de producción es caro por un peso sobrevaluado con respecto al dólar y con restricciones para importar insumos esenciales que no producimos en el país.
Los costos impositivos que tenemos llegan a ser en momentos asfixiantes y en muchos casos provocan resultados negativos a pesar de ser eficientes con los valores productivos. Dentro de ellos está la distorsión en el IVA, al tener que comprar insumos con el 21% y pagar servicios con el 27%, mientras vendemos nuestra producción con el 10.5%.
Este tema se distorsiona totalmente al momento de la construcción de una granja con la gran mayoría de insumos al 21% y la imposibilidad de utilizar el crédito fiscal que ello provoca. Esto nos saca competitividad con países vecinos que no tienen dicho problema.
Hoy invertir en producción porcina, implica tener un sobrecosto de por lo menos el 20% por culpa del IVA.
En un sistema altamente inflacionario, con tasas bancarias de descubierto altísimas y préstamos prohibitivos, increíblemente el sector sigue apostando por el país y en el país, ofreciendo carne de excelente calidad y a precios altamente competitivos para el consumidor.
Tenemos un potencial real de crecimiento tanto para abastecer el mercado local, como para la exportación, dando trabajo genuino, valor agregado a nuestros cereales e ingreso de divisas al país.
No pedimos milagros, pedimos un país en serio.