Un equipo de investigadores en Australia analizó los efectos generales en la salud del consumo total de carne en más de 170 países y concluyeron que la carne proporciona una nutrición óptima
Un equipo de científicos global y multidisciplinario analizó en detalle las propiedades de la carne roja y los resultados dicen que ofrece importantes beneficios para la salud humana y la esperanza de vida. El estudio fue publicado en la 'International Journal of General Medicine'.
La investigación fue dirigida por las universidades de Adelaida y de Nueva Gales del Sur, Australia, y analizó los efectos generales en la salud del consumo total de carne en más de 170 países de todo el mundo. El equipo científico tenía como objetivo confirmar estudios anteriores que “arrojaron un foco negativo sobre el consumo de carne en la dieta humana”.
“Observar solo las correlaciones del consumo de carne con la salud o la esperanza de vida de las personas dentro de un grupo en particular, y/o, una región o país en particular, puede llevar a conclusiones complejas y engañosas", señalaron los investigadores.
"Nuestro equipo analizó ampliamente las correlaciones entre el consumo de carne y la esperanza de vida, y la mortalidad infantil, a nivel mundial y regional, minimizando el sesgo del estudio y haciendo que nuestra conclusión sea más representativa de los efectos generales en la salud del consumo de carne”, agregó el autor del estudio, investigador de la Universidad de Adelaida en biomedicina, el doctor Wenpeng You.
Detalles del estudio
En ese marco, los científicos encontraron que el aporte de energía de los cultivos de carbohidratos (granos y tubérculos) no conduce a una mayor esperanza de vida, y que el consumo total de carne se correlaciona con un mayor número de años que en promedio se espera que viva una persona, independientemente de los efectos competitivos de la ingesta total de calorías, la riqueza económica, las ventajas urbanas y la obesidad.
Se estima que entre el 20% y el 30% de la esperanza de vida humana está determinada por factores genéticos, y entre el 70% y el 80% está determinada por factores ambientales, como la dieta.
“Si bien los efectos perjudiciales del consumo de carne en la salud humana se han encontrado en algunos estudios en el pasado, los métodos y hallazgos en estos estudios son controvertidos y circunstanciales”, señalaron los especialistas.
Por su parte, el autor principal del estudio y profesor emérito de la Universidad de Adelaida, Maciej Henneberg, cree que los humanos se adaptaron al consumo de carne desde la perspectiva de su evolución de más de dos millones de años. “Antes de que se introdujera la agricultura, hace 10.000 años, la carne era un alimento básico en la dieta humana”, aseguró.
En ese caso, especificó que la carne de animales pequeños y grandes proporcionó una nutrición óptima a nuestros antepasados que desarrollaron adaptaciones genéticas, fisiológicas y morfológicas para comer productos cárnicos. "Hemos heredado esas adaptaciones”, remarcó Henneberg.
No obstante, el trabajo indica que el fuerte desarrollo de la ciencia de la nutrición y la riqueza económica, genera que estudios en algunas poblaciones de los países desarrollados asociaron las dietas sin carne (vegetarianas y veganas) con una mejor salud.
“Creo que debemos entender que esto puede no contradecir el efecto beneficioso del consumo de carne”, enfatizó el nutricionista del estudio Yanfei Ge. “Los estudios que analizan las dietas de las comunidades ricas y altamente educadas, están analizando a las personas que tienen el poder adquisitivo y el conocimiento para seleccionar dietas basadas en plantas que acceden a todos los nutrientes normalmente contenidos en la carne. Esencialmente, han reemplazado la carne con casi la misma nutrición que proporciona la carne”.
Finalmente, el grupo de investigadores concluyó: "Nuestro mensaje para la población a partir de este estudio es que comer carne es beneficioso para la salud humana siempre que se consuma con moderación y que la industria cárnica se lleve a cabo de una manera ética”.