La experiencia de Cappcor demuestra el beneficio de transformar los desechos de las granjas en fertilización rentable. El testimonio de Marcos Torres -integrante de la cámara- entrevistado por Cadena de Valor.
Desde 2015, la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba (Cappcor) trabaja en dar valor agronómico a los efluentes porcinos. Mediante ensayos científicos, demostraron que su uso como fertilizante orgánico no solo sustituye insumos químicos, sino que incrementa los rendimientos de cultivos extensivos, generando ahorros de hasta USD 1.600 por hectárea en cuatro años.
Desde la conformación de la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba (Cappcor) en 2015, el manejo de los efluentes porcinos ha sido una prioridad. En ese año, un cambio en la reglamentación permitió que los efluentes, considerados hasta entonces como un residuo industrial, fueran reconocidos como residuos pecuarios reutilizables. Esto abrió la puerta para el desarrollo de proyectos orientados a su uso agronómico.
Marcos Torres, miembro de Cappcor, destaca que la formación de la cámara fue clave para dar voz a los productores en la mesa interdisciplinaria que trabajó en esta transición normativa. "Decidimos realizar ensayos científicos junto con el INTA y un grupo tecnológico agrícola para demostrar los beneficios del uso de efluentes como fertilizante biológico", explica Torres.
Un modelo probado en el campo
Torres relata que, en su establecimiento, dedicado principalmente a la agricultura extensiva con cultivos como maíz, soja y trigo, implementaron un sitio de ensayo entre 2017 y 2022. “El objetivo era evaluar cómo los efluentes podrían sustituir a los fertilizantes químicos, como el nitrógeno y el fósforo, en los cultivos”.
Los resultados fueron contundentes: en cuatro años de ensayos con maíz y uno con soja, lograron no solo sustituir los fertilizantes químicos, sino también aumentar los rendimientos. “El uso agronómico de los efluentes permitió un ahorro acumulado de casi USD 1.600 por hectárea, además de incrementar significativamente la producción”, detalla Torres.
Beneficios económicos y ambientales
Uno de los principales argumentos para convencer a los productores porcinos de adoptar esta práctica es el impacto directo en la economía de sus operaciones. "Cuando los números cierran, las ideas se concretan más fácilmente. Los efluentes no son un residuo, sino un insumo valioso que está al alcance del productor", enfatiza Torres.
Además del ahorro en insumos químicos, el uso de efluentes como fertilizante contribuye a reducir la contaminación ambiental y promueve una agricultura más sostenible. Esto adquiere especial relevancia en un contexto donde el costo de los fertilizantes químicos sigue en aumento.
Proyecciones para el sector
Aunque el sitio de ensayo fue discontinuado en 2022 debido a la expansión del sistema de riego en el establecimiento de Torres, los resultados obtenidos siguen sirviendo como referencia para el sector. La cámara continúa promoviendo esta práctica entre los productores y participando en jornadas de capacitación para difundir los beneficios económicos y productivos.
En conclusión, la experiencia de Cappcor demuestra que transformar los efluentes porcinos en fertilizantes biológicos no solo es viable, sino también altamente rentable. Este enfoque representa una oportunidad estratégica para los productores porcinos de Argentina, quienes pueden convertir un supuesto residuo en un recurso clave para potenciar la agricultura y mejorar la rentabilidad de sus emprendimientos.
Fuente: Redacción El Productor Porcino en base a material de Cadena de Valor. Gentileza de Pablo Correa.