En el evento de Bioter en Victoria, consultamos a su director comercial, el médico veterinario Álvaro Echenique, sobre las enormes dificultades que atraviesa la industria de la nutrición animal debido a las medidas que el gobierno nacional implementó sobre las importaciones.

 

Con el argumento de cuidar las escasas reservas de dólares, el Gobierno Nacional argentino implementó el año pasado un nuevo sistema, denominado Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), a través del cual el gobierno aumentó su nivel de intervención en las operaciones comerciales entre las industrias argentinas y sus proveedores extranjeros.

Básicamente, los importadores deben “pedir permiso” al Gobierno para importar sus insumos y éste aprueba o no las importaciones en función de la disponibilidad de dólares y del resultado de un análisis de capacidad económica y financiera del importador y su perfil de riesgo aduanero y fiscal.

Las industrias denuncian desde entonces que existen grandes demoras e incluso cierta arbitrariedad en esas aprobaciones, que ha complicado su actividad de diversas maneras, con el impacto consecuente en sus clientes y el resto de sus cadenas.

 

La industria de la nutrición animal ha sido una de las más afectadas por estas medidas intervencionistas y, desde el primer minuto de su implementación, ha alzado la voz para advertir sobre los riesgos.

En diálogo con El Productor Porcino, el médico veterinario Álvaro Echenique, director comercial de Bioter Nutrición Animal explica que de los ingredientes utilizados para la nutrición animal “hay macroelementos que están disponibles en el país, pero muchos de los micronutrientes que llevan esas dietas son productos importados, como vitaminas, fosfato, lisina, entre otras. Conseguir esos ingredientes se ha visto dificultado desde octubre del año pasado con la implementación del SIRA”.

“Este tipo de restricciones genera no sólo la dificultad a la hora de conseguir algún insumo para una empresa particular sino que, si alguno de esos competidores pudo importar ese insumo o lo tiene disponible para la venta, termina generándose una monopolización de ese producto”, dice Echenique y agrega: “Intervenir los mercados generalmente beneficia a los más poderosos, porque termina favoreciendo al que tiene mayor competitividad, mayor posibilidad de compra, mayor posibilidad de stockearse; entonces perjudica no sólo a los competidores más chicos sino que a su vez, termina perjudicando al productor porque sus costos se incrementan o, porque si falta algún ingrediente en su dieta tiene un impacto directo en la productividad”.

“Las aprobaciones, si bien se vienen dando, son lentas y eso dificulta el negocio, dificulta la previsibilidad, la planificación, la relación con nuestros clientes. Es un problema con el que, en año electoral, tendremos que aprender a convivir”, se resigna Echenique.

Dato de color

El día siguiente a la grabación de esta entrevista los importadores recibieron otro revés de parte del Gobierno Nacional: “La AFIP suspendió, hasta el 31 de diciembre de 2023, inclusive, los certificados de no retención en el impuesto a las ganancias e IVA para las operaciones de importación definitiva de bienes”. En otras palabras, desde la semana pasada los costos en dólares aumentan al menos un 6% para los importadores.

Consultado por este medio sobre esta última noticia, Echenique dijo: “Es más de lo mismo. Es una medida más de lo que ya hablamos, que aporta a la incertidumbre, a la falta de previsibilidad, al cambio permanente de las reglas de juego”, respondió.

Mirá la entrevista completa a Álvaro Echenique:

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