La rentabilidad se recuperó y los productores están logrando márgenes positivos. Pero la mejora del negocio llega tras un periodo de renta negativa que demoró inversiones necesarias para seguir creciendo. El expresidente de Apporsafe compartió su visión con colegas de El Litoral
La reciente exposición ArgenCarne que tuvo lugar en San Justo (Santa Fe) brindó a los actores del negocio porcino -al igual que bovino y ovino- una oportunidad para plantear que, a pesar del buen momento del sector en cuanto a precios y rentabilidad, aún arrastran la carga que configura las inversiones postergadas en la crisis de los años previos.
Uno de los referentes santafecinos, el médico veterinario Marcos Diankoff, empresario y vicepresidente de la Asociación de Productores de Porcinos de Santa Fe (Apporsafe), sostuvo que “la foto es buena, porque volvimos a tener rentabilidad y estamos vendiendo nuestro producto por arriba del costo de producción; pero hay una mochila muy grande”, en referencia a las inversiones no realizadas el año pasado. Para revertirlo, indicó que “se necesita previsibilidad y acompañamiento financiero” que permita volver a invertir. “Porque todo este año que se trabajó a pérdida dejamos de invertir y eso hizo que seamos menos eficientes porque no cambiás una jaula, una madre o un comedero; todo eso no se recupera de un día para otro”, detalló.
“La suba de la carne bovina”, que impulsa al consumidor a buscar sustitutos y posicionó al cerdo como carne roja de reemplazo, es uno de los factores que inciden en la mejora que experimentan los productores. “Eso hace que podamos tener mejor rentabilidad”, dijo.
Sin embargo, el dirigente reclamó una política de Estado que implique un programa porcino, por ejemplo, que promueva el consumo de la producción a escala regional; o sea, que el consumidor sepa que con su dinero apoya a la economía local. “Para evitar que se sigan yendo los pequeños productores, que aún persisten en una actividad que tiende a concentrarse”.
Respecto de las importaciones, que lo últimos años habían generado preocupación, Diankoff mencionó que dejaron de ser un problema económico tras la devaluación del año pasado, que las encareció. “Este año se estima que se va a exportar la misma cantidad que se va a importar; el balance comercial se va a cumplir porque las exportaciones se trabajaron bien”. De todos modos, siguen denunciando y luchando contra la compra de carne congelada en el exterior que se ofrece como fresca en las góndolas.
Finalmente, consideró que las exportaciones a China son una buena noticia, “pero la cadena no está preparada” en cuanto a la capacidad para abastecer semejante mercado. Además, advirtió que si se invierte para crecer hacia ese destino, “ellos (los chinos) en algún momento solucionarán su problema” y quedaría sobredimensionada la estructura de la producción argentina.