24 de noviembre del 2024

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27 sep. 2017

Mycoplasma: el portero del mal

Abre la puerta a enfermedades respiratorias de alto costo. Evaluar correctamente las lesiones pulmonares ayuda a diagnosticar y controlarlo

Mycoplasma hyopneumoniae abre la puerta a enfermedades respiratorias de alto costo. Evaluar correctamente las lesiones pulmonares ayuda a diagnosticar y controlarlo

Mycoplasma hyopneumoniae es un patógeno de distribución mundial que coloniza el tracto respiratorio del cerdo. Su importancia se considera relevante porque es responsable de problemas respiratorios crónicos que desembocan en grandes pérdidas económicas. Juega un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad del complejo respiratorio porcino. Produce neumonías crónicas. Esto permite que agentes secundarios proliferen, contribuyendo así al desarrollo de la enfermedad. Además, la duración y la severidad de la neumonía aumentan cuando Mycoplasma actúa con agentes virales.

Los dos tipos de enfermedad que puede causar muestran una presentación muy dispar. La forma epidémica es muy poco común y se produce cuando el patógeno es introducido en una granja libre del mismo. Se desarrolla un proceso clínico que desembocará en la forma endémica en un periodo de 2 a 5 meses. Esta última es la más comúnmente observada y se da en las fases de engorde y terminación. Hay que tener en cuenta que la infección por Mycoplasma no siempre culmina con la aparición de la enfermedad. De hecho, muchos de los animales infectados no tienen síntomas.

Es importante saber detectar un proceso respiratorio en granja en el menor tiempo posible para poder llevar a cabo el tratamiento que mejor se ajuste en cada caso.

Muchas veces nos olvidamos de que el control de uno o varios agentes es crucial para evitar que aparezca esta patología respiratoria. En el caso de Mycoplasma, se trata de un patógeno que se puede controlar optimizando el manejo (todo dentro-todo fuera) y reforzando la inmunidad de los animales mediante la vacunación. También se pueden llevar a cabo medicaciones estratégicas y programas de aclimatación de la reposición, con el fin de mejorar la inmunidad frente a la exposición del patógeno, ya que Mycoplasma puede transmitirse hasta 200 días post-infección.

Los cerdos nacen libres de Mycoplasma, pero ya desde la primera semana de vida se puede llegar a aislar del aparato respiratorio del lechón. La transmisión se produce principalmente alrededor del destete. Una de las principales fuentes de infección es la propia madre, aunque se consideran relevantes tanto la distribución de partos como la presión de infección en la granja.

Es importante conocer el grado de infección de Mycoplasma en el momento del destete ya que los cerdos infectados serán fuente de infección para el resto del grupo. Teniendo en cuenta el mecanismo de actuación de Mycoplasma, si desde el nacimiento del animal se lleva a cabo un correcto control, se puede llegar a evitar la aparición de brotes de neumonía enzoótica y/o complejo respiratorio porcino.

Cómo evaluar el pulmón

Existen numerosos métodos de evaluación macroscópica del pulmón en frigorífico. Se tiende a elegir aquellos que son más prácticos y rápidos de llevar a cabo, como la evaluación macroscópica del pulmón en el frigorífico.

Principalmente se evalúa el estado del pulmón con el fin de encontrar lesiones compatibles con neumonía enzoótica. Aparte, se hace un seguimiento de:

Hígado: valorar la posible presencia de parásitos (Áscaris suum)

Corazón: se valora la presencia de pericarditis asociadas o no a pleuritis.

Riñón: se busca la presencia de quistes renales

Canal: se anotan aquellas canales que se sean motivo de decomiso (ictericias, abscesos, petequias…).

El procedimiento aporta un gran número de datos y permite generar una vigilancia epidemiológica del status sanitario de la granja de origen.

Una vez recopilada la información de las valoraciones, se lleva a cabo un análisis estadístico para establecer correlaciones entre lesiones pulmonares y los índices productivos en el engorde. Es recomendable que la valoración de los pulmones y la recopilación de los datos estadísticos sean realizadas por una misma persona, para asegurar la mayor objetividad posible.

Aparte de la valoración pulmonar en frigorífico, se debe llevar a cabo un diagnóstico de laboratorio cada 6 meses de aquellas lesiones que más se repiten, con el objetivo de contrastar el método de valoración. Ello sirve porque mejora el diagnóstico y permite tanto establecer un status sanitario a nivel respiratorio de las granjas de origen, como valorar la eficacia de una o varias vacunas y/o tratamientos llevados a cabo en las mismas.

Las lesiones pulmonares

La figura 1 es un ejemplo del tipo de lesión característica de Mycoplasma. Cuando el proceso se cronifica, es frecuente encontrar consolidación junto con focos de enfisema marginal (áreas pálidas y elevadas). En la fase de recuperación, pueden aparecer bandas cicatriciales en estas partes del pulmón. La figura 2 muestra la comparación entre un pulmón totalmente sano y otro en el que se observan lesiones graves compatibles con Mycoplasma.

 

 

En la figura 2 se observa un pulmón que presenta bandas cicatriciales debido a una lesión previa en el lóbulo cardiaco. Este lóbulo se encuentra retraído a la palpación y se nota un cordón cicatricial que va desde la parte apical hasta converger ventralmente.

Mycoplasma se suele encontrar asociado a otros patógenos víricos y bacterianos formando el ya conocido complejo respiratorio porcino.

Para proceder a la valoración, se utiliza un método adaptado que se basa en designar diferentes niveles de lesión (0-5) en función de las áreas del pulmón afectadas. Se realiza mediante la visualización y palpación del pulmón. Los grados de lesión se establecen de acuerdo a los lóbulos afectados.

 

 

¿Dónde están las pérdidas?

La ganancia media diaria y el índice de conversión se ven afectados por patologías respiratorias. Se observan pérdidas de 70 gramos en la ganancia media diaria y un aumento de 0,07 en el índice de conversión al comparar cerdos cuyo porcentaje máximo de lesión estaba por encima del 25% y cerdos que no alcanzaban el 5% del porcentaje máximo de lesión. Además de que aumenta notablemente el costo de medicación.

Conclusiones

El método de valoración pulmonar en frigorífico es una herramienta útil a la hora de monitorizar el estado sanitario a nivel pulmonar de las granjas, pero no se debe considerar como una forma de diagnosticar la causa de un problema respiratorio. Es decir, es un complemento, un valor añadido que forma parte del diagnóstico. El diagnóstico completo se basa en la recopilación de toda la información que se pueda obtener. Se comienza con la anamnesis y se sigue con la observación de síntomas y lesiones para llevar a cabo un diagnóstico laboratorial a posteriori de virus y bacterias compatibles con el tipo de lesión hallada. Todo esto se desarrollaría previo a la observación macroscópica en el propio frigorífico.

Es verdad que Mycoplasma produce una lesión que permite la entrada de otros patógenos, pero esto no quiere decir que si se llega a controlar Mycoplasma, se controlen también los otros patógenos ya que existen otros factores de riesgo que se deben considerar tales como el manejo todo dentro – todo fuera, número de animales por corral, mezcla de animales en engorde, entre otros.

Si no se buscan estos agentes patógenos respiratorios no se puede llegar a cuantificar la pérdida económica y sanitaria en la producción. La problemática de la patología respiratoria en el cerdo puede conllevar a la reducción en la ganancia media diaria y el índice de conversión, además de incrementar la mortalidad y el costo de medicaciones. Del mismo modo, la calidad de vida del animal se va a ver afectada. Por lo tanto, es interesante analizar el costo-beneficio que puede suponer el mantenimiento de un buen status sanitario.

Entrevista relacionada al Dr. Carlos Perfumo:

“Importancia de inspeccionar los cerdos en el frigorífico”

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