La ileítis es una enfermedad presente en todo el mundo, pero en Sudamérica puede alcanzar prevalencias de hasta el 90%. En Argentina es una de las principales causas de diarrea en crecimiento y terminación, y deriva en un gran impacto productivo y económico
La ileítis (o Enteropatía Proliferativa Porcina -EPP-) es una enfermedad intestinal causada por la bacteria Lawsonia intracellularis, de gran importancia económica en producciones porcinas comerciales.
Este microorganismo no hace diferencias entre sistemas monositio, multisitio, intensivos o extensivos. La presencia de Lawsonia incide en pérdidas económico-productivas en todos los países del mundo por episodios de diarrea, retraso en el crecimiento y/o muerte súbita de animales.
En América del Sur, la EPP puede alcanzar prevalencias de hasta 90%, siendo en Brasil y Argentina una importante causa reportada de diarrea en cerdos en crecimiento y terminación.
Una vez que Lawsonia se introduce naturalmente a un grupo de cerdos, la infección se propaga con rapidez en el hato y puede persistir por mucho tiempo en el sistema debido a dos factores:
- El período de excreción bacteriana de un animal infectado puede extenderse por 8 a 12 semanas,
- La bacteria sobrevive en materia fecal medio ambiental alrededor de 2 semanas.
Se estima que todos los animales en algún momento de su vida productiva se verán expuestos a Lawsonia, por lo que es fundamental entender las dinámicas de infección dentro y entre las granjas y sistemas productivos.
Clínicamente, Ileitis es muy difícil de diagnosticar en una población de animales, dado que los signos clínicos son inespecíficos e incluso pueden no manifestarse.
¿Cuánto cuesta la enfermedad?
Si bien la Ileitis clínica produce pérdidas directas debido a la mortalidad, son las pérdidas indirectas las principales responsables de los costos de la enfermedad. El costo de la ileítis subclínica suele estar subestimado, pero se manifiesta claramente en la disminución de los índices productivos, afectando el crecimiento, consumo de alimento, eficiencia de conversión y rendimiento de canal, además de los costos en medicamentos y aditivos alimentarios que suelen utilizarse para mejorar dichos índices productivos.
Los sistemas que han logrado controlar el impacto de la enfermedad han implementado un monitoreo permanente del patógeno con intervenciones sanitarias preventivas y evaluaciones de retorno de las inversiones.
Formas de presentación de la enfermedad
Existen diferentes formas de presentación de la enfermedad (figura).
Los animales con infección clínica aguda desarrollan una diarrea sanguinolenta que a menudo deriva en la muerte. Este cuadro se denomina enteritis proliferativa hemorrágica o PHE (según sus siglas en inglés) y es característico en animales en fase de producción cercana a venta o hembras de reposición.
Aquellas poblaciones con infección clínica crónica pueden manifestar diversos grados de alteración estructural del tejido noble en los cuadros denominados como adenomatosis intestinal porcina (AIP), enteritis necrótica (EN), o ileitis regional (IR), todos ellos caracterizados por lesiones en la sección posterior del intestino delgado y anterior del intestino grueso, con diversos grados de diarrea y retraso en el crecimiento.
Finalmente, la presentación asintomática del cuadro subclínico de Ileítis incide en un animal con alteraciones microscópicas del tejido, afectando la absorción intestinal a lo largo de su vida productiva, sin alteraciones perceptibles en la consistencia de la materia fecal, pero con una constante merma en la real expresión de su potencial genético, nutricional y productivo.
El real impacto
Incrementos en la mortalidad de hasta un 50%, caídas en ganancias diarias de entre un 8 a un 31%, empeoramiento de la eficiencia de conversión de alimento, aumento en los días a peso de término y mayor variabilidad en los pesos de faena, son todos indicadores productivos que se ven afectados por la presencia de la enfermedad.
Si bien conforme a lo hasta aquí descrito, la principal problemática frente a la presencia de Lawsonia es de índole digestiva, vale la pena destacar que tras brotes clínicos agudos se manifiestan efectos secundarios negativos en el sistema reproductor de las hembras, tales como disminución en el porcentaje de fertilidad, porcentaje de partos, número de nacidos vivos y tamaño de la camada.
Para leer el artículo original del equipo técnico de Boehringer-Ingelheim Animal Health, haga click aquí
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