Trabajan en esta iniciativa técnicos de la Agencia Luján del INTA AMBA, junto con la Universidad Nacional de Luján y el Instituto de Floricultura del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA

La utilización de compost obtenido a partir de residuos de cama profunda permitió sustituir parcialmente el uso de turba en un sustrato utilizado para el cultivo de viola, conocida vulgarmente como “Pensamiento” - especie de la familia de las violáceas-, reduciendo los costos y evitando el uso de fertilizantes minerales, destaca un informe realizado por técnicos de la Agencia Luján del INTA AMBA junto con la Universidad Nacional de Luján y el Instituto de Floricultura del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.

Laura Magri y José Luis Castañares de la Agencia Luján del INTA AMBA explican que "el compost de residuos de cama profunda puede utilizarse como componente de sustratos para el cultivo de viola, al mezclarlo con turba y perlita. Los compost obtenidos por aireación pasiva y mecánica pueden utilizarse en un 14 y 15% sin la necesidad de fertilización complementaria, permitiendo reducir costos y mitigando los problemas ambientales asociados a los residuos."

Este tipo de ensayos son clave en el Área Metropolitana de Buenos Aires, ya que es la principal zona florícola del país con aproximadamente el 60% de las producciones, y donde se aplican las técnicas de cultivo más avanzadas, totalmente bajo invernadero.

Así, destacan los investigadores, los establecimientos dedicados a la actividad se dividen en cuatro subsistemas de producción: flores de corte (43%); plantas y flores en contenedores (31%); árboles y arbustos ornamentales (6%); y otro que resulta de la combinación de alguno de los mencionados (20%).

Sustrato 

Para las pruebas se utilizaron distintos compost obtenidos a partir de los residuos generados en el sistema de cama profunda del módulo de producción porcina de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Entre los materiales actualmente empleados para formular sustratos, y difundidos como alternativa al uso del suelo y la turba, se encuentran los compost obtenidos a partir de residuos orgánicos, ya que permiten mitigar impactos ambientales y transformar los residuos en un recurso últil para otras actividades productivas.

En la Argentina desde hace varios años comenzó a adoptarse el sistema conocido como “cama profunda” o “deep bedding”. Este sistema utiliza instalaciones donde el piso de concreto es reemplazado por una cama de heno, cascarilla de arroz, hojas de maíz, paja de trigo, viruta de pino, aserrín u otro material bien deshidratado.

El compost de los residuos del sistema de cama profunda porcina es un recurso valioso que puede ser usado como mejorador de suelos y/o componente de sustratos, representando un beneficio para el productor dado que es una técnica que permite recuperar y valorizar los residuos.

Los técnicos explican que los residuos generados en estos sistemas productivos están constituidos por el material utilizado coma cama y el estiércol animal parcialmente descompuesto. Estos materiales pueden ser tratados y valorizados mediante el compostaje, un proceso bioxidativo que permite higienizar y estabilizar los residuos sólidos orgánicos, transformándolos en un recurso valioso que puede ser usado como mejorador de suelos y/o componente de sustratos.

En este caso se valorizaron los compost como sustratos para cultivo de plantas en contenedores. En la Universidad Nacional de Luján (UNLu) se realizó el ensayo con viola en el invernáculo del campo experimental y las determinaciones bioquímicas, en su Laboratorio de Fisiología Vegetal.

Puntualmente en la producción de flores en contenedores, considerada un tipo de cultivo “sin suelo”, el uso de sustrato es cada vez más frecuente. Una de las definiciones más aceptadas de sustrato es la propuesta por Díaz (2004) quien propone que: “Un sustrato es todo material sólido distinto del suelo, natural o de síntesis, residual, mineral u orgánico, que, colocado en un contenedor, en forma pura o en mezcla, permite el anclaje del sistema radical de la planta y puede intervenir o no en la nutrición de la planta”, explica Castañares.

Es así como los técnicos evalúan positivamente la utilización de diferentes compost en la formulación de sustratos, permitiendo el crecimiento y desarrollo del cultivo de Viola.

Trabajaron en este ensayo Santiago Rodríguez y Ezequiel Larraburu, del Laboratorio de Fisiología Vegetal, Departamento de Ciencias Básicas, Universidad Nacional de Luján (UNL); Laura Magri y José Luis Castañares, de la Agencia Luján del INTA AMBA; y Mónica Karlanian, del Instituto de Floricultura, del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA.

Fuente: EEA AMBA – Comunicación - eeaamba.comunica@inta.gob.ar