A pesar de que Senasa estaba en medio de una medida de fuerza, no se vulneró la barrera sanitaria en el Aeropuerto de Ezeiza cuando un ciudadano chino intentó ingresar al país con patas de cerdo en su valija. La mercadería incautada por los agentes se decomisó y destruyó.
Mientras en China la enfermedad de la peste porcina africana (PPA) provoca el sacrificio de millones de cerdos, se han encendido las alarmas en diversos países libres de la PPA, entre ellos la Argentina, donde se busca evitar el ingreso de la enfermedad.
En este contexto, el pasado el lunes, el Senasa decomisó seis patas de cerdo en el aeropuerto de Ezeiza a un ciudadano chino que, procedente de un vuelo directo de China vía KLM, intentó ingresarlas en el país en una valija.
El virus de la PPA puede entrar a través de cerdos, semen y productos porcinos para consumo humano como carnes, fiambres y chacinados. Puede sobrevivir por mucho tiempo, según informó el organismo sanitario, en productos cárnicos provenientes de países infectados y que eventualmente podrían tomar contacto con los cerdos en el país. En la Argentina nunca fue detectada la PPA.
La enfermedad en China se presentó en agosto pasado y está provocando el sacrificio de millones de cerdos. Hay estimaciones que señalan que ese país podría perder de 50 a 200 millones de cabezas.
Para el Senasa no hay peligro de entrada de la enfermedad al país mientras se cumplan los respectivos controles. De hecho, se elaboraron consejos tanto para las granjas argentinas como para los ciudadanos que llegan desde el exterior.
Según trascendió, llegado a Ezeiza el ciudadano chino pasó su valija por el escáner y allí se detectó que contenía materia orgánica.
En ese momento se le pidió que procediera a su apertura. Entre la ropa, ocultas, estaban las seis patas de cerdo, según contó una fuente oficial a LA NACION.
¿Cómo reaccionó el ciudadano chino? Dijo que no sabía que no estaba permitido ingresar con esa mercadería. Después, los agentes del Senasa en el lugar decomisaron el producto e hicieron un acta. En estos casos no se hacen multas ni detenciones.
En estos procedimientos la mercadería decomisada se tira en un depósito de residuos. Luego, según explicaron, se rocía con un líquido desnaturalizante y se la lleva a horno pirolítico para su correspondiente quema. Todo se hace dentro de la misma terminal aeroportuaria y la compañía que realiza esta última tarea entrega un certificado de destrucción del producto.
No es la primera vez que se detectan productos de esta naturaleza. Incluso también se han dado casos de visitantes que pretendieron ingresar con pescado al país en el aeropuerto.
Para prevenir la enfermedad, para las granjas el Senasa aconseja "mejorar las medidas de bioseguridad, notificar de manera inmediata casos sospechosos y mortandades elevadas, no alimentar a los cerdos con desperdicios y restringir el ingreso de personas al predio, especialmente aquellas que hayan estado en países afectados".
En tanto, para quienes vienen al país se pide no ingresar carne de cerdo ni sus derivados sin autorización del Senasa, no traer material reproductivo sin la certificación sanitaria y no tomar contacto con animales de granja en la Argentina si la persona estuvo con animales potencialmente infectados.
Por: Fernando Bertello para La Nación