En exclusiva Daniel Campagna explica por qué es indispensable llevar los números de la granja independientemente de la escala

Gestionar es hacer que las cosas sucedan. Para esto, en una empresa es fundamental todo lo que tiene que ver con llevar registros. Gestionar implica planificar, presupuestar, ordenar y controlar. “Para hacer esto necesitamos llevar información, para poder analizar y a partir de ahí tomar las decisiones correctas, sino es imposible”, dice el ingeniero Daniel Campagna, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, en diálogo con El Productor Porcino.

Aunque a muchos productores de cerdo les cueste verse a sí mismos como empresarios, lo son. Campagna aclara que la empresa porcina “es una empresa porque hay un negocio detrás, independientemente de si se tienen cinco madres o mil, salvo que se tenga a los animales como un zoológico. Si se pretende obtener dinero o, a lo sumo, no perder, es un negocio”.

Ya no hay tiempo para excusas

Consultado sobre el porqué de la notable resistencia de los productores a incorporar registros en su granja, Campagna asegura que, “En principio es una cuestión de hábitos. Un productor que nunca llevó registros pensará que para qué los va a llevar ahora. En una economía como la anterior al año 2000, donde teníamos ciclos de producción, eso podía ser cierto porque esos ciclos enmascaraban las ineficiencias. Hoy, que el sector ha cambiado muchísimo, que esos ciclos ya no existen, que los márgenes son más estrechos, si o si hay que llevar los números y al día”, dice el experto, y ejemplifica: “Si yo quiero cambiar algo, si por ejemplo quiero superar el número de lechones destetados, tengo que saber cuántos son, qué es lo que quiero superar”.

Campagna insiste en que la gestión es una obligación y una necesidad para todas las escalas: “Es fundamental incluso para saber si conviene o no seguir en la actividad. Por eso yo ponía el ejemplo en productores de cinco a mil madres. Uno tendrá que llevar menos números que el otro, pero en definitiva, es lo mismo. El más chico llevará los números en papeles, y el más grande en un software específico, pero es imprescindible la información”, dice.

¿Por dónde empezar?

“Nuestra recomendación para aquel que no le encuentra el sentido a esto de llevar registros, es que empiece con dos planillas básicas: una para registrar el alimento que se consume en el sistema durante un mes, con la fecha y la cantidad que se suministra; y otra planilla para el movimiento de animales, es decir, cuántos animales tengo al comienzo del registro. Dentro de un mes veo cuántos animales tengo, cuántos vendí, cuántos compré, cuántos consumí y así puedo saber cuántos kilos produje en un mes. Con eso puedo calcular la conversión alimenticia que tiene mi sistema. Con la conversión alimenticia y el costo promedio de la ración (hoy cercana a los $5.00), puedo calcular cuánto me cuesta hacer un kilo de cerdo”, y remata: “Después de ese primer mes, vemos con qué planilla seguimos”.

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