ENTRE LA GENÉTICA Y LA SANIDAD: LOS CRECIENTES DESAFÍOS DE LA NUTRICIÓN PORCINA
En el II Congreso Porcino del Atlántico dialogamos con Santiago Capalbo, director técnico de Bioter Nutrición Animal, sobre lo vertiginoso de los cambios en las formas de producir cerdos y la inmensa capacidad de adaptación con la que debe contar la industria de la nutrición para estar a la altura.
En el II Congreso Porcino del Atlántico dialogamos con Santiago Capalbo, director técnico de Bioter Nutrición Animal, sobre lo vertiginoso de los cambios en las formas de producir cerdos y la inmensa capacidad de adaptación con la que debe contar la industria de la nutrición para estar a la altura.
Máximo desempeño productivo, rentabilidades ajustadas, sustentabilidad ambiental y reducción de uso de antibióticos; algunos de los motores de cambio de la producción porcina contemporánea.
“Nutrición de precisión: ¿Estamos preparados para ese desafío?” es el título de la disertación que presentó el médico veterinario Santiago Capalbo ante un colmado auditorio en Mar del Plata, en el marco del II Congreso Porcino del Atlántico.
Con ese tópico como disparador, dialogamos con él: “La nutrición de precisión es un concepto muy amplio, que deriva de la agricultura. Básicamente habla de eficiencia. Es un concepto que expresa la habilidad que tenemos de manejar los recursos disponibles en una granja. Se enfoca en conocer exactamente los nutrientes que necesita un animal en un momento determinado, sin que falten y sin que sobren; porque los excesos de nutrientes terminan siendo una erogación económica porque el animal no lo aprovecha, es decir, es plata que estamos tirando a la fosa, al medioambiente”, definió.
La producción porcina debe ser lo más sustentable posible
La nutrición de precisión es, para Capalbo, no sólo una herramienta para mejorar la rentabilidad, sino también una manera de producir bajo los más altos estándares medioambientales: “Pensando en ese desperdicio, si lo ponemos dentro del marco de la sustentabilidad, la producción animal debe estar dentro de esos estándares, debe poder producir del modo que genere la menor contaminación posible con las herramientas que tenemos”, declaró el veterinario.
La salud animal, humana y medioambiental van todas de la mano
A partir del aumento de la resistencia a los antimicrobianos que se evidenció en los últimos años, se impuso una necesaria tendencia hacia la reducción del uso de antibióticos y, la producción animal no estuvo exenta. En ese sentido, Bioter avanzó en Investigación y Desarrollo de alternativas que permitieran reducir y, en algunos casos, eliminar su uso.
“La colistina fue el primer antibiótico prohibido en la producción animal pero no es el único. Es un cambio de paradigma muy importante. En Bioter vimos que hay un montón de opciones y nos quedamos con la que creemos que es la mejor por costo-beneficio y resultados productivos; y seguimos trabajando en ensayos y generando conocimiento para mejorar cada vez más en ese sentido”, dijo Capalbo.
Mirá la entrevista completa a Santiago Capalbo:
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