El veterinario Roberto Becerra es quien acompañó en el proceso de certificación en Bienestar Animal a Establecimiento Porcal, la primera granja del país en lograr el sello. En esta entrevista describió el proceso y refutó algunas ideas erróneas bastante arraigadas sobre bienestar animal

La certificación de Establecimiento Porcal se concretó el pasado 30 de noviembre cuando auditores especializados de la institución internacional Welfcert constataron el cumplimiento de los estándares requeridos para otorgar por primera vez el sello de Bienestar Animal en Argentina.

Roberto Becerra es médico veterinario especializado en Bienestar Animal y trabaja en asesorías, capacitaciones, certificaciones e implementación de programas de bienestar animal en empresas productoras de múltiples especies.

Becerra fue convocado por Establecimiento Porcal para que vuelque su experiencia en el equipo de trabajo de la granja cordobesa y les de soporte en la búsqueda de la ansiada certificación: “La marca de certificación que yo estoy trabajando se llama Welfcert. Es un protocolo ideado y patentado, en donde se toman nueve aspectos importantes que se evalúan cuando una empresa quiere ser certificada”, explica el especialista. Para ello, Welfcert toma elementos de protocolos reconocidos en Europa y los aplica a la realidad latinoamericana.  

“De todas las áreas que se revisan, nos basamos principalmente en los parámetros directos, es decir, en cómo están los animales realmente al momento de la evaluación. Es importante la infraestructura, también el manejo, pero el centro del trabajo tiene que ver con el estado real de los animales”, detalla el consultor chileno.

En el caso concreto de Porcal, Becerra comenta que “primero se realizó una pre-auditoría, para poder determinar las brechas que había entre la realidad de la empresa en ese momento y el estándar Welfcert. Se emitió un informe y ellos tuvieron seis meses para poder trabajar en elaborar procedimientos, tomar registros, capacitar a las personas, elaborar una política de calidad comprometiéndose al bienestar animal”.

Finalmente, se realiza una auditoría definitiva, “con un auditor externo que no tiene que ver con mi empresa -aclara- para hacer las evaluaciones pertinentes”. Tras obtener resultados positivos, que garantizan que se cumplimenta con el estándar establecido al inicio, se ejecuta la certificación.

Para lograr la certificación, “hay algunas modificaciones en las tecnologías, pero lo más importante tiene que ver con la cultura, con que la empresa se comprometa y genere un cambio en la cultura, con la mirada en el bienestar de los animales”, explica el especialista, para dejar claro que no siempre se requieren grandes inversiones para producir con altos estándares de bienestar.

Consultado sobre su lectura respecto de la situación de las granjas argentinas en materia de bienestar animal, Roberto Becerra indica que “cualquier empresa, para poder producir y ser viable, necesariamente algo de bienestar animal tiene, entonces esa es una base de la cual partir”.

Por otro lado, el consultor menciona que, en Argentina, “hay algo de confusión en creer que el bienestar animal está asociado con la gestación grupal. Pero no es así. Los sistemas de gestación en jaula tradicional también pueden tener bienestar animal, todo depende de las pautas y de los manejos que haga cada empresa”.

Finalmente, Becerra instó a los productores argentinos a no preocuparse por posibles legislaciones restrictivas, “que no teman al bienestar animal, que cuando es bien aplicado mejora los resultados productivos. Los productores están entendiendo que el bienestar animal no es una imposición, ni una moda, y que quienes no se quieran quedar atrás van a tener que adaptarse a esto e incorporar el bienestar animal a la cultura de su empresa”.

Mirá la entrevista completa: