Según los investigadores, la implementación de dietas líquidas daría mejores resultados que las tradicionales. Además, permite incorporar una gran gama de ingredientes y otros subproductos de la industria.
Con el desarrollo de nuevas fórmulas por parte de las industrias alimenticias, los alimentos líquidos perdieron su uso en los sistemas productivos. Sin embargo, en regiones como la Cuenca del Salado bonaerense, donde se producen cereales y oleaginosas para autoconsumo, este método continúa siendo una alternativa.
La administración de las dietas bajo forma líquida o “sopa”, es un modo de manejo de la nutrición porcina en la que el alimento se mezcla con agua o, en fórmulas más complejas, e incorpora a la vez subproductos líquidos o húmedos de la industria agroalimentaria, productos líquidos retirados del consumo humano, cereales húmedos o ensilados y piensos complementarios.
La dilución utilizada en este recurso es variable dependiendo de la disponibilidad de ingredientes, del tipo de animal o del programa de alimentación elegido. Para su distribución se emplean sistemas con bombas que impulsan el alimento a través de una red de tuberías a las distintas naves y corrales de la granja hasta los comederos.
En cuanto a los beneficios nutricionales de alimentar a los cerdos con “sopa”, los técnicos del INTA comentan que “se han realizado varios ensayos en los que la conversión alimenticia siempre ha dado mejores resultados en las dietas administradas con alimento líquido con respecto al tradicional (seco)”. Los estudios se han enfocado a “determinar el efecto de un sistema de alimentación líquida portátil versus la alimentación seca convencional sobre el desempeño productivo y características de la canal en cerdos desde el destete a la terminación”.
Una de las principales características de este tipo de manejo de la alimentación es que “permite la incorporación de una gran gama de ingredientes como el suero de leche y otros subproductos de la industria”, por lo que según los técnicos del INTA, “en este contexto podemos decir que el cerdo se convierte en un bio-reciclador, ya que transforma productos altamente contaminantes para el medio ambiente en proteína animal”.
Como parte de las acciones de interacción con el medio y en la búsqueda de fomentar el progreso local y productivo desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA se está trabajando de manera conjunta con una empresa en el desarrollo de un mixer para la distribución de la “sopa”.
Estos sistemas están fuertemente adoptados en países de Europa donde se estima que más del 60% de los cerdos de engorde se alimentan con sopa, sin embargo, no existen equipos de esta naturaleza en Argentina, por lo que el proyecto de diseño por parte de la empresa, con el apoyo del INTA, se fundamenta en esa falta de este tipo de herramientas en el país.
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