La Dra. Cristina Muñoz Madero, de la Universidad Complutense de Madrid dio una conferencia en el marco de las XXI Jornadas de Actualización Porcina de la UNRC, sobre la experiencia de España en la reducción del uso de antibióticos en la producción animal
España es un país de larga tradición ganadera, destacando la producción de porcino, con una evolución que la ha llevado a multiplicar por diez su número de cabezas desde el año 1950 y a convertirse en el primer sector ganadero español, representando más del 31%, de la producción final agraria.
Son numerosos los retos a los que los diferentes sectores ganaderos se tienen que enfrentar cada día, pero debemos ser conscientes que, actualmente, uno de los más importantes es el de asegurar implementar un uso prudente de los antibióticos, que contribuya de forma responsable a reducir el riesgo de resistencias a estos.
Para ilustrar esto analicemos el caso de la Colistina. La Colistina ha pasado de ser de uso exclusivo veterinario a ser una molécula de último recurso para el tratamiento de determinadas infecciones multiresistentes en humana. Como sabemos a raíz de la publicación del estudio realizado en granjas chinas, en el que se identificaba un nuevo mecanismo de transmisión de resistencia para la colistina, que aumentaba de forma considerable la capacidad para la diseminación de esta, la Comisión inicio una revisión de las conclusiones alcanzadas previamente, con el objetivo de controlar e incluso restringir aún más el consumo de esta.
Dado que en veterinaria existía un consumo muy elevado de esta, Se hizo necesario identificar cuando dicho uso está justificado epidemiológicamente o si bien responde a una mala práctica que debe ser modificada. Esto nos llevó a tomar medidas en la UE para reducir el consumo de colistina y limitarlo a aquellos casos en los que era estrictamente necesario.
Reduce en el sector porcino
En julio de 2016 la EMA publicó el documento sobre el uso de colistina en la UE, donde se estableció un umbral máximo de uso de 5 mg/PCU, que los Estados Miembros deberían alcanzar en un periodo de tres años, siendo deseable llegar a 1 mg/PCU.
En España el consumo de colistina era de los más elevados de la UE. Así que, con el fin de dar respuesta a este requerimiento, una vez identificado que el máximo consumo se realizaba en el sector porcino, desde el Plan Nacional Resistencia Antibiótico (PRAN) se organizó una reunión entre los representantes de las asociaciones nacionales de veterinarios y profesionales del sector de producción porcina y el PRAN para crear el denominado “Acuerdo para la Reducción Voluntaria del Consumo de Colistina en el Sector del Ganado Porcino”.
Las asociaciones se comprometieron a difundir el acuerdo y concienciar al sector sobre la problemática relacionada con el uso inadecuado de la colistina. Además, prestaron toda su colaboración para la creación del Programa Reduce Colistina y su difusión. Las metas principales del acuerdo fueron reducir el consumo de colistina en producción porcina con el objetivo cuantitativo de 5 mg/PCU en el periodo máximo de tres años, así como controlar el consumo alternativo de antibióticos, evitando el aumento del consumo de neomicina y/o apramicina como posibles sustitutos.
Tras seis años desde el inicio del programa Reduce Colistina, el balance se resume en más de 230 adhesiones de empresas productoras del sector porcino y una reducción de 52 mg/PCU a 0.4mg/PCU (casi un 100%). Esto ha supuesto un ejemplo en toda Europa, habiendo pasado de los primeros puestos en consumo de antibióticos de importancia crítica a los países de menor consumo.
El sector porcino se enfrenta a otros muchos retos. En marzo del 2017, el Comité de Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) completaba la revisión sobre la seguridad y efectividad de los medicamentos veterinarios que contienen óxido de zinc para su administración oral en animales de producción, llegando a la conclusión de que la relación global beneficio-riesgo que existe es negativa. Es decir, los efectos beneficiosos del óxido de zinc con respecto a la prevención de la diarrea en cerdos no contrarrestan los riesgos medioambientales y sanitarios. Por esta razón, se fijó un periodo de retirada para estos medicamentos no superior a los 5 años, con fecha de vencimiento el 26 de junio del 2022.
Además, debemos hablar de la estrategia “De la granja a la mesa”, que fija un objetivo de reducción de ventas de antimicrobianos en la EU del 50% antes del año 2030. Esta reducción se hará, por supuesto, en función del consumo que tengan los diferentes sectores y países.
En este sentido, el PRAN ha propuesto al sector porcino dar un paso más y avanzar de un proyecto de reducción de colistina a uno nuevo de reducción de antibióticos, Programa Reduce Antibióticos Sector Porcino, siempre teniendo en cuenta la situación actual e intentando partir de la experiencia que han aportado los esfuerzos previos.
El cálculo del consumo global del sector desde el año 2018 y la identificación de las moléculas que tienen un consumo más elevado, muestran que la amoxicilina es sin duda el antibiótico que presenta un mayor consumo. Al existir datos de resistencia de bacterias patógenas clínicas, el siguiente paso será cruzar estos datos con los de consumo para establecer Indicadores de consumo/resistencia que permitan un mejor conocimiento de la situación clínico-epidemiológica y que avalen la puesta en marcha de medidas orientadas concretas, tales como las medidas específicas para la retirada del óxido de zinc.
El nuevo PRAN es una oportunidad para mejorar las cosas de forma adecuada y racional y para ello es necesario el compromiso de todas las partes involucradas, lo que permitirá ser un foro de colaboración y coordinación efectiva para el beneficio de todos.