20 de septiembre del 2024

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01 nov. 2017

¿Qué hacer con los efluentes?

Una Guía de Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Efluentes Porcinos recoge toda la información necesaria para avanzar en la respuesta

Una Guía de Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Efluentes Porcinos recoge toda la información necesaria para avanzar en la respuesta

Ante el crecimiento que ha experimentado la producción porcina argentina durante los últimos años, no sólo en escala de las granjas ya existentes e intensificación de sus producciones, sino también en cantidad de establecimientos, el Gobierno Nacional publicó una Guía de Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de Efluentes Porcinos.

El objetivo de las autoridades nacionales es proponer una serie de lineamientos generales para la difusión y adopción de Buenas Prácticas de Manejo y Utilización de los efluentes porcinos. Dicha guía está orientada a la comprensión integral de la problemática de los efluentes porcinos por parte de todos los actores que intervienen en ella. Y además, el documento puede servir como base para que los productores de porcinos de cada región del país puedan delinear sus propios proyectos y llevarlos a discusión con las autoridades provinciales correspondientes.

Producción intensiva: las excretas, el ambiente y el negocio

En la producción porcina, la escala extensiva está acotada y se limita a situaciones puntuales más que a una forma sostenida de producción, esto en parte explicado por la elevada tasa de utilización de la tierra con fines agrícolas. Quizá podríamos vincularla a la antigua práctica de aprovechar rastrojos de maíz para engordar cerdos, o al pastoreo de verdeos de invierno con piaras de tamaño reducido (Vieytes et al., 1997).

Sin embargo, en la escala semi-intensiva podemos incluir los sistemas de paridera a campo y los sistemas túnel o “hoop”. En ambos casos existe una aproximación a la intensificación de forma de reducir el espacio físico destinado a la producción porcina a la vez que se invierte en instalaciones fijas o móviles que permiten mejorar los índices productivos respecto de la producción a campo.

A nivel mundial, y también en nuestro país, la producción porcina ha ido migrando hacia sistemas de mayor intensificación donde los animales se encuentran en confinamiento absoluto y el ambiente donde se alojan está entre mediana a totalmente controlado por el hombre.

Estos sistemas requieren de una importante inversión en instalaciones fijas y la superficie de tierra necesaria exclusivamente para la producción animal es reducida en términos de número de animales por unidad de superficie.

La relación entre número de animales y unidad de superficie puede ilustrarnos sobre la forma de alimentación de los cerdos (pastoreo y/o recolección natural versus ración suministrada por el hombre), el espacio físico destinado a su esparcimiento (acceso a lotes abiertos versus confinamiento permanente) y la situación de las excretas (distribución natural o recolección), entre otros factores de interés.

Si nos detenemos en la generación de excretas, los sistemas intensivos y semi-intensivos (para el caso del túnel al menos) requieren cierto grado de planificación y manejo de las mismas.

En forma general podemos decir que las excretas deberán recolectarse, conducirse o evacuarse fuera de los sitios de alojamiento de animales -por motivos de higiene y sanidad- y luego deberán también tratarse, almacenarse o exportarse fuera del predio productivo.

La imperiosa necesidad de contar con un plan de recolección, conducción y uso o eliminación de excretas es una característica distintiva de los sistemas productivos animales intensivos.

Sin embargo, en nuestro país, es común encontrar granjas modernas diseñadas según estándares avanzados de bienestar animal y eficiencia zootécnica, pero sin instalaciones adecuadas para la gestión ambiental de las excretas.

Más aún, en general no se tiene una idea aproximada de la importancia del volumen de desechos biológicos a generarse en una granja moderna ni del impacto de algunos factores clave como son las pérdidas de alimento, las tareas de limpieza de pisos y fosas o el consumo y pérdidas de agua.

Este escenario de falta de planificación significa, en algunos casos, riesgos de contaminación del medio ambiente o una dificultad manifiesta para cumplir con normas ambientales vigentes en distintas provincias de nuestro país.

Beneficios ambientales y económicos

Los sistemas de tratamiento de excretas son un componente fundamental de la granja porcina moderna. Un factor fundamental que determina el sistema de tratamiento específico para casa caso es el contenido de sólidos de las excretas que se desean tratar. Sin embargo, separación de sólidos, compostaje, lagunas de tratamiento, biodigestores; son opciones de tratamiento y manejo que, en principio, implican diferentes niveles de inversión, pero todas permiten aprovechar como recurso aquello que, de otra manera, es un problema y, en última instancia, generar un beneficio económico y ambiental.

Para descargar la Guía completa, haga click aquí.


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