27 ago. 2020
PRODUCTIVIDAD DE LA GRANJA: IMPACTO DE LOS DÍAS NO PRODUCTIVOS
Cuánto cuestan los días en los que la cerda no está gestando ni lactando y cuál es su impacto en la productividad global de la granja
Cuánto cuestan los días en los que la cerda no está gestando ni lactando y cuál es su impacto en la productividad global de la granja
Productividad es la relación entre la cantidad de producto obtenido (destetados / marrana / año) y la cantidad de los recursos utilizados para obtener dicha producción.
Los días no productivos (DNP), llamados también días vacíos, son aquellos días en los que las cerdas (nulíparas en edad reproductiva o multíparas) no están ni gestando ni lactando. Son días económicamente negativos para la granja, ya que solo generan gastos (alimento, mano de obra, medicinas, etc.) y no ingresos. Afectan directamente la productividad numérica del hato reproductor (destetados/marrana/año), lo cual repercutirá negativamente en la productividad de la granja (kg de carne/marrana/año) y en la rentabilidad de la misma.
Productividad es la relación entre la cantidad de producto obtenido (v.g. destetados/marrana/año) y la cantidad de los recursos utilizados para obtener dicha producción (v.g. alimento, mano de obra, instalaciones, etc.). Es un indicador de eficiencia que debe estar siempre ligado a la calidad (v.g. lechones destetados con buen peso, sanos y uniformes).
Factores que influyen en la productividad
• Estrategia: ¿qué hacer?, ¿cómo hacer?, ¿cuándo hacer? y ¿por qué hacer?, son preguntas que se deben hacer al realizar cualquier actividad en la granja (servicios, destete, descolmillado, corte de cola, vacunaciones, etc). Las respuestas se deben hacer considerando la realidad propia de la granja.
• Procesos: permiten la ejecución de las actividades planificadas para la aplicación de las estrategias.
• Estandarización de procesos: tiene como objetivo mejorar la eficiencia del proceso, eliminando las actividades innecesarias, siguiendo además una secuencia lógica de las mismas a fin de ejecutar las tareas de la forma más sencilla y en el menor tiempo posible, siempre y cuando se asegure el cumplimiento del objetivo. La estandarización debe estar ajustada a la realidad y a las necesidades de la granja. Algunos de sus beneficios son preservar el conocimiento y la experiencia, provee una forma de medir el desempeño, suministra una base para el mantenimiento y mejoramiento de la forma de hacer el trabajo, proporciona una base para el entrenamiento del personal, proveen medios para prevenir la recurrencia de errores y minimizar la variación. Los estándares que se desprenden de la estandarización deben estar escritos y formar parte de manuales de buenas prácticas en la crianza porcina.
• Perfiles: personas que ejecutan los procesos. El personal que trabaja en granja, en todos los niveles, debe tener los conocimientos, habilidades, destrezas y competencias para realizar las tareas encomendadas correctamente.
• Indicadores: miden la eficiencia de los procesos y de quienes ejecutan las actividades. Importante su cálculo (tasa de partos, consumo de alimento, conversión alimenticia, mortalidad, DNP, etc) para identificar problemas, hacer correctivos y tomar decisiones.
La productividad responde a la fórmula:
Productividad = Producción (P)/ Recursos (R)
De la fórmula se deduce que se puede mejorar la productividad:
Ejemplo de Productividad Laboral (PL)
P: 4 000 kg/semana
R: 4 trabajadores
PL: 4 000/4
Cada trabajador genera 1 000 kg/semana
Kg por hora trabajada = 20.8
A inicios de la década de los noventa se comenzó a hablar con mayor frecuencia de los DNP. Leman (1992) lo definió como los días en las que las nulíparas y las multíparas no están gestando ni lactando.
Años después, diferentes autores (Hervía y Ayllón, 2004; Koketsu, 2005; Piñeiro, 2011; Cubillos, 2016; entre otros) fueron ampliando el concepto, porque consideraban que algunos días improductivos no estaban siendo incluidos. En la actualidad, la mayoría de autores consideran que los DNP son la sumatoria de los días improductivos desde que las nulíparas son cubiertas por primera vez, hasta que las cerdas dejan la granja.
Sin embargo, hay aún controversias sobre el inicio del conteo de los DNP; algunos consideran que debe ser desde que los reemplazos (hembras selectas pre-púberes) pesan entre 90 a 100 kg, otros son de la opinión que debe ser desde el momento que presentan su primer celo o desde su primer servicio.
Por otro lado, se debe tener presente que uno de los principales indicadores de eficiencia reproductiva de una granja porcina son los destetados por cerda por año (DCA), ya que no solo tiene un gran impacto en la productividad numérica, sino también en la rentabilidad de la granja; depende de la prolificidad y de los partos por cerda por año (PCA), en este último tienen un efecto directo y decisivo los DNP. Asimismo, el incremento significativo de los DCA (mayor de 30 en muchos casos) de los últimos años, se debe en gran medida a la prolificidad de las cerdas de genotipos modernos, conocidas como cerdas hiperprolíficas (mayor de 15 lechones nacidos vivos); ya no tanto a la disminución de los DNP, como lo fue años atrás. Pero, como quiera que la prolificidad parecer ser que ya está llegando a límites fisiológicos difíciles de superar, la disminución de los DNP seguirá siendo aún una buena opción para incrementar los DCA, en muchas granjas.
Para calcular los DNP se considera generalmente los DNP por hembra presente al año, donde también se incluyen a las nulíparas incorporadas al plantel de reproductores. Nulípara es aquella gorrina que ha superado el exigente proceso de selección, desde el nacimiento hasta la presentación de la pubertad.
Los intervalos de tiempo que se suman para obtener los DNP se suelen agrupar en tres categorías:
Intervalo precubrición: comprende los intervalos incorporación – cubrición y destete – cubrición. Dentro de rangos razonables se pueden considerar como “fisiológicos”, difíciles de disminuir, sobre todo el segundo, y a veces hasta contraproducente querer hacerlo. En el primer caso, se deja pasar el primer o segundo celo para lograr mayores tasas de parto y mayor tamaño de camada, por un lado y por otro, las cerdas modernas son más precoces sexualmente, y además con estrategias de manejo se puede estimular la presentación de la pubertad a una menor edad (estímulo de la pubertad temprana). Sin embargo, la tendencia es retrasar la primera cubrición hasta que las hembras tengan una edad promedio de 240 días (más de 140 kg de p.v.), con lo cual se puede mejorar la longevidad (5 a 6 partos durante su vida productiva). En el segundo caso, el intervalo destete – celo promedio es de cinco días, y si la cerda ha sido destetada en buenas condiciones corporales, debe ser cubierta.
Intervalo poscubrición: se da desde la cubrición hasta que se detecta no gestante (repetición regular o irregular, aborto, etc.) y posterior cubrición. Es uno de los intervalos que más aporta a los DNP, y uno de sus principales componentes es la tasa de partos, cuando es baja tiende a aumentarlos. Intervalo antes de la baja: comprende desde el momento que se decide dar de baja (saca) a la cerda, hasta que físicamente sale de la granja.
En ocasiones, tomada la decisión de dar de baja a una cerda, ésta aún permanece en la granja por diversos motivos, incrementando los DNP.
Para la valorización numérica (lechones que se dejan de producir por efecto de un DNP) se utiliza la siguiente fórmula:
Ejemplo: si tenemos una granja que produce 28 lechones/destetados/año, ¿cuál será el impacto en lechones destetados de un DNP?
Un DNP, equivale a dejar de producir 0.077 lechones.
Para la valorización económica se multiplica la cantidad obtenida por el valor de un lechón destetado.
Autor: Ing. Mg. Sc. José Manuel Cadillo Castro – profesor principal (UNALM)
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