El piojo del cerdo (Haematopinus suis) es el mayor (4 mm) de todos los piojos que infestan al ganado. Es específico de los cerdos domésticos y jabalís y se da en todo el mundo. Su prevalencia depende sobre todo de las condiciones sanitarias e higiénicas de la explotación concreta.
Las infestaciones de piojos se conocen científicamente como pediculosis, en el caso de Haematopinus también hematopinosis.
Biología y ciclo vital de los piojos porcinos
El piojo del cerdo es un insecto que chupa sangre (hematófago), desprovisto de alas y que atraviesa una metamorfosis incompleta. Los piojos permanecen toda su vida sobre el hospedador. Las hembras adultas ponen huevos (liendres) uno a uno sobre los pelos, cerca de la piel. La eclosión tiene lugar entre 5 y 20 días después. Las ninfas también chupan sangre y mudan 3 veces antes de completar su desarrollo en unas 2 semanas.
El ciclo vital completo dura unos 30 días. En un año pueden darse entre 6 y 12 generaciones. Los piojos adultos viven aproximadamente un mes, pero no son capaces de sobrevivir alejados del hospedador. Los piojos tienden a ser más numerosos durante las épocas frías.
Se les encuentra sobre todo en los pliegues de la piel en el cuello y en la papada, en y alrededor de las orejas, en las patas, los flancos, etc. Se transmiten por contacto de un cerdo a otro, p.ej. de la madre a los lechones, inmediatamente después del parto.
Daño e importancia económica de los piojos porcinos
Tanto los piojos machos como las hembras adultas chupan sangre, hasta cuatro veces al día, y cada vez durante unos 10 minutos. La picadura del piojo es muy irritante para los cerdos, lo que hace que estén muy inquietos y se rasquen continuamente. De hecho, al entrar a un establo porcino, a veces basta con oir el ruido que producen los animales al rascarse contra los postes, rejillas y paredes para saber que tienen problemas de piojos. Tanto rascarse puede provocar pérdida del pelo y heridas en la piel, que puede cuartearse y sufrir infecciones bacterianas secundarias.
De hecho, se sabe poco sobre el impacto económico real de los de piojos en cerdos, pero hay indicios de que, en caso de infestaciones severas, el estrés provoca una disminución del crecimiento y una mayor susceptibilidad para otras enfermedades. Los piojos juegan un papel en la transmisión de la viruela y del cólera porcinos y de otras enfermedades.
Prevención y control de los piojos porcinos
Animales en buenas condiciones sanitarias son menos propensos a ser atacados por los piojos. Por lo tanto, una medida importante para reducir el riesgo de infestaciones es mantener los animales sanos y bien alimentados.
Los cerdos infestados se pueden tratar de varias maneras. Es importante que toda la población porcina sea tratada al mismo tiempo, incluso si sólo se detectan síntomas en algunos animales. El tratamiento debe repetirse al menos una vez tras una semana. Esto es necesario para matar a los piojos que eclosionan de los huevos, ya que estos no se ven afectados por los insecticidas de contacto. Para evitar introducir piojos en una explotación limpia, es muy importante tratar a todos los animales que se incorporen a ella desde el exterior, antes de que entren en contacto con el resto de los animales.
Para baños de aspersión o inmersión hay numerosos concentrados a base de organofosforados, piretroides o amidinas .
Es muy importante que el tratamiento alcance al interior de las orejas y que cubra toda la superficie del cuerpo, lo que exige utilizar al menos 1 litro de dilución por animal.
También existen polvos y granulados para empolvar directamente a los animales, pero son menos eficaces que los líquidos.
Los endectocidas sistémicos son muy eficaces contra los piojos, sea como inyectables o como aditivos para los piensos. Tienen la ventaja de que un solo tratamiento de cada animal es suficiente para eliminar la infestación, sin necesidad de repetirlo a la semana.
No hay repelentes que mantengan a los piojos alejados del ganado, por la simple razón de que permanecen toda su vida en el mismo hospedador y no andan buscando otro. Por ello tampoco hay trampas para atraparlos.
No hay vacunas que protejan al ganado haciéndolo inmune a estos piojos.
Y por ahora no hay métodos de control biológico de estos piojos mediante sus enemigos naturales.
Resistencia de los piojos porcinos a los parasiticidas
Por ahora no hay reportes de resistencia del piojo del cerdo a los piojicidas.
Por ello puede concluirse que fallar en el control de estos parásitos será con toda probabilidad debido a una aplicación errónea (p.ej. de dosificación), o al uso de un producto inadecuado (ineficaz contra estos piojos o de mala calidad), no a un problema de resistencia.
El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios.
[Parasitipedia]