24 de noviembre del 2024

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07 feb. 2018

MORDEDURA DE COLAS EN CERDOS: CÓMO EVITARLA

La mordedura de colas en los cerdos es signo inequívoco de estrés asociado a un manejo inadecuado. Las claves para evitarlo

La mordedura de colas en los cerdos es signo inequívoco de estrés asociado a un manejo inadecuado. Las claves para evitarlo

La caudofagia es una conducta anormal y significa un problema en las explotaciones porcinas. Supone importantes pérdidas económicas derivadas de una menor ganancia de peso. Por otro lado, afecta negativamente a la imagen del sector porcino frente a un consumidor cada vez más exigente con el bienestar animal.

La caudofagia aparece en dos fases. Una primera en la que el animal lame o mordisquea suavemente la cola de otro cerdo, el cual no presenta lesiones y no siente dolor, por lo que tolera la conducta de su compañero. La segunda fase se iniciaría cuando los animales afectados ya presentan heridas.

Consecuencias

Para el animal mordido supone un problema grave de bienestar debido a que las heridas provocan dolor y pueden generar problemas infecciosos.

Esta situación acaba por afectar la conducta de alimentación del cerdo y, con ello, su estado nutricional. Además, las infecciones en esta zona tienen tendencia a extenderse afectando la espina dorsal, los pulmones, los riñones y las extremidades y, por la misma conducta, se facilita la transmisión de enfermedades entre animales. La tendencia a ser mordido en la cola hace que el mismo animal sea blanco de mordeduras en otras partes del cuerpo, como las orejas o el abdomen. 

Y en segundo lugar, la aparición de un brote de caudofagia suele indicar que en esa explotación hay problemas de manejo que están afectando negativamente a los animales. Estos problemas estarán relacionados con factores como la alimentación, la densidad de animales o el tipo de suelo.

El factor principal es la ausencia de estímulos, es decir, la falta de materiales que permitan a los animales expresar conductas exploratorias. 

Origen de la caudofagia 

La caudofagia es entonces un problema importante causado por una alteración de la conducta del cerdo.

Es lo que se conoce como conducta redirigida: son conductas normales en sí mismas pero que se dirigen hacia estímulos distintos de los habituales. Es normal que el cerdo muerda y explore su entorno, pero no que redirija esa conducta a la cola de otro animal. Es interesante resaltar que, en condiciones naturales, el cerdo dedica alrededor del 80% del tiempo que permanece despierto a mostrar conductas exploratorias (la actividad exploratoria se lleva a cabo mayoritariamente mediante la conducta de hozar). 

Algunos autores sugieren que la caudofagia puede originarse como una continuación de la conducta de mamar, especialmente en aquellos animales a los que se desteta de forma temprana. 

Se ha observado que los brotes de caudofagia tienen tendencia a extenderse dentro de la misma explotación. Esto obedece a dos razones: Por un lado, las condiciones que originan el brote en un punto de la explotación suelen darse en el resto de las instalaciones y animales, por lo que es lógico esperar que el problema aparezca en varios puntos. Pero además, se ha comprobado que los animales pueden 'copiar' las conductas que observan. Es decir, cuando un cerdo ve a otro mordisqueando la cola de un tercero, acaba aprendiendo a realizar la conducta, especialmente si las condiciones que la originaron siguen siendo las mismas. La demostración de este proceso de aprendizaje está en el hecho de que los brotes de caudofagia que aparecen en un determinado corral suelan aparecer posteriormente en los corrales contiguos. 

La caudofagia se origina por una mezcla de factores internos (propios del animal) y externos (del ambiente e instalaciones). Los primeros suelen ser menos modificables mientras que los segundos se consideran factores de riesgo y serán tratados de una forma más extensa en el próximo capítulo. Entre los factores propios del animal, la raza no parece influir demasiado, pero sí que se ha observado que existe un efecto del sexo y la edad de los animales. Por un lado, las colas de los machos aparecen en general más mordidas que las de las hembras, es decir, las hembras tienen más tendencia que los machos a expresar caudofagia y además la dirigen hacia los machos. Por otro, el riesgo de caudofagia parece ser máximo cuando los animales alcanzan los 40-50 Kg.

Manual Europeo para evitar la Caudofagia

Con el fin de ayudar a los productores de porcinos a reducir la ocurrencia de la caudofagia en los animales, la Comisión Europea ha publicado un documento que recopila una serie de medidas que ayudarán al productor a evitar que los cerdos se muerdan las colas entre sí.

En dicho documento se resaltan los seis factores clave a controlar y mejorar para reducir la caudofagia, y en consecuencia, el bienestar animal:

1. MATERIALES DE ENRIQUECIMIENTO

Los cerdos tienen la necesidad de explorar y rebuscar el entorno para encontrar comida (hozar, morder y masticar). Si no tienen la oportunidad de comportarse de este modo, se aburren y se frustran.

2. COMODIDAD TÉRMICA, CALIDAD DEL AIRE Y LUZ

Los cerdos necesitan vivir en un entorno estable que reúna condiciones cercanas a su temperatura y humedad óptimas, donde no haya corrientes de aire y la calidad de la luz sea adecuada. Si los cerdos no se encuentran cómodos, se frustran y pueden empezar a morderse las colas.

3. SALUD Y BIENESTAR

Una de las mejores formas de evitar la caudofagia es mantener al cerdo en un buen estado de salud general. Un cerdo que tenga mala salud termina por estresarse.

4. RIVALIDAD

Los cerdos prefieren comer, descansar y buscar comida juntos. Debería haber espacio y recursos suficientes para que los cerdos cubran esa necesidad de su comportamiento y así se evite la rivalidad.

5. ALIMENTACIÓN

Los cerdos necesitan comida de regular y adecuada composición, así como la cantidad adecuada de minerales, fibra y aminoácidos esenciales. También es fundamental suministrarles agua fresca abundante y de buena calidad.

6. DISTRIBUCIÓN Y LIMPIEZA DE LOS RECINTOS

Los cerdos prefieren dividir el espacio del recinto en zonas que dedican a distintas actividades (descansar, comer y defecar). Por tanto, un entorno sucio, en especial en las zonas para el descanso y la comida, es señal de que algo va mal. Además, la suciedad reduce la comodidad del animal y aumenta su estrés.

 

Para acceder al informe original y ampliar cada uno de los puntos anteriores, haga click aquí

Fuentes:
3tres3.com La página del porcino.
Cómo evitar el raboteo. Comisión Europea. Salud y seguridad alimentaria.
Mordedura de colas. Xavier Manteca. Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). España

 


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