En las granjas porcinas actuales se plantean inversiones millonarias para mejorar la eficiencia productiva facilitando las tareas y automatizando los procesos. Pero siempre el “el mantenimiento”, queda en un segundo plano dentro de la estructura de producción

Mis empleados rompen todo, no cuidan nada. ¿Cómo se arreglan estos aparatos? Es excesivamente caro este repuesto, no voy a tenerlo acá juntando tierra.

Son algunas de las frases que se escuchan repetidamente en las charlas con los responsables de producción/dueños. También está en el inconsciente que se gasta mucho en mantenimiento y que no se ven las mejoras, porque siempre se vuelve a romper.

Otra situación muy común es que los repuestos tardan mucho en llegar y en el mientras tanto se hacen reparaciones temporarias, para salir del paso y que la granja siga en funcionamiento.

Siempre surgen estas preguntas y no hay una sola respuesta, sino el entender que el mantenimiento de las instalaciones y sus maquinarias, los circuitos y redes, es un tema muy ajeno a la producción. A los inversores o dueños de las granjas muchas veces les resulta complicado entender de producción. Mucho más complejo es entender el concepto de manejar una “fábrica” de carne porcina, que además no puede parar unos meses, como puede suceder con las maquinarias para la agricultura, que según la época del año se usan o no.

Muchas veces ha ocurrido en la mayoría de las granjas, que los animales no recibieron su ración diaria a causa de la rotura: del molino, la tolva, el tractor o los sinfines de la línea de alimentadores. O que se quedan sin agua los engordes en pleno verano porque la “pérdida” (que estaba hace meses) se agrandó y el caño se quebró (con el condimento de que todo esto en general ocurre en vísperas de un feriado).

Ahora, este tipo se situaciones serían impensadas en una fábrica de motos, que se queden sin cubiertas, o en una fábrica de celulares que se queden sin baterías para sus equipos.

Para pensar una solución a este gran problema, podemos organizarlo como los tratamientos veterinarios en la granja, que sería un mantenimiento preventivo y no curativo.

Adelantarse a los problemas siempre es más conveniente y económicamente sostenible. Uno deja de preocuparse por las grandes paradas de producción para pasar a diseñar planes de mejora continua.

Con el avance de la tecnología y la escasez de mano obra calificada y comprometida con el objetivo de la empresa, se va supliendo el personal por artefactos tecnológicos que además de aplicar más procesos de control y auditoría en cuanto a lo productivo, necesitan un control regular y el reemplazo una vez cumplida su vida útil.

A modo de desafío planteo algunas ideas que pueden contribuir para el cambio de rumbo en este aspecto del mantenimiento.

• Es clave involucrar en las soluciones al personal de producción. Siempre debe dar su conformidad de que la tarea se realizó en tiempo y forma. Recién ahí se considera resuelta la falla.
• No buscar al Mago arreglador que nos solucione todo con su toque, sino que el encargado de mantenimiento nos avise cuál pieza se va a romper
• Es imprescindible tener muy aceitada la gestión de compra y logística de los insumos. El tiempo que transcurre entre el pedido de una pieza al proveedor hasta que está lista para su reemplazo.
• Siempre es más barato planificar las paradas de producción que hacerlo compulsivamente ante una falla del sistema.
• Tener manuales de reparación de los equipos claves de la granja. Así no hay misterios ni nadie se puede hacer dueño de las reparaciones.

El programa de mantenimiento preventivo es un modo de trabajo que ahorra tiempo y dinero.

Cada granja debería tener un plan de mantenimiento en donde uno, como conductor del proceso productivo, sea quien maneje las variables y no tomen el mando las fallas.

Y a modo de conclusión, pienso que los dueños de las granjas deben buscar la eficiencia productiva haciendo uso de los instrumentos tecnológicos pensando que incorporar tecnología es un avance y no un retroceso en la actividad.

Por: MV Eugenio Valette (Pig Stats)