La climatización en las cuatro etapas es fundamental para conseguir el ambiente óptimo y confortable para el animal, que su genética exige

La genética avanzó hacia resultados extraordinarios, tanto de madres hiperprolíficas como de cantidad y calidad de lechones destetados.

Se llegó casi a duplicar en menos de 10 años la producción con resultados impensados cuando recién arrancaba la producción porcina intensiva en nuestro país. Teníamos plazas de maternidad de 1.6m x 2.4m, 80 renovaciones/hora en los destetes y pequeños detalles técnicos que hoy cambiaron rotundamente.

La climatización en las cuatro etapas es fundamental para conseguir un ambiente óptimo y confortable para el animal. Su genética lo exige y cada día lo requieren para optimizar la producción y poder alcanzar los parámetros para los cuales están preparados.

La climatización requerida en cada etapa

GESTACION

Las cerdas requieren un clima fresco y una sensación térmica agradable. Para conseguir este clima podemos afrontarlo con presión positiva, ventiladores y riego o presión negativa, extractores y paneles evaporativos. Ambos con cortinas en los laterales. Los resultados son positivos sobre el animal. Calculamos siempre sobre valores provistos por la genética, es necesario calcular una ventilación longitudinal para poder generar una corriente de viento y poder generar el confort de las cerdas. Lo importante es minimizar en etapa de verano la exposición prolongada a altas temperaturas y lograr mediante el riego o los paneles, disminuir el shock térmico que puede provocar abortos o falta de celo.

MATERNIDAD

En esta etapa tenemos un problema aún mayor ya que se requieren dos temperaturas diferentes dentro de la misma sala. ¿Cómo lo conseguimos? Debemos tener una temperatura ambiente óptima para la madre y darle calor extra a los lechones, sobre todo en los primeros días. Esto lo podemos conseguir mediante lámparas infrarrojas eléctricas o radiadores infrarrojos a gas. Se puede ayudar el sistema de calefacción con la incorporación de pisos ciegos para poder concentrar el calor de la lámpara y no permitir el paso de aire frio que proviene de la fosa (aprox 0,3 – 0,7 m2/box). 

Ambos sistemas son muy eficientes y no tienen mayores ventajas uno sobre el otro ya que depende de la zona y los costos que son muy variables. Respecto a la refrigeración, sobre todo para el verano, debemos considerar un mínimo de 100 renovaciones por hora para cada sala y hacer una correcta distribución tanto de extractores como de paneles evaporativos, o  tener un buen flujo de aire para poder bajar la temperatura de la sala. En esta etapa la ventilación se debe hacer de forma transversal.

RECRIA

Es importante no pasar a esta etapa sin calefacción. La recepción de lechones en las salas de destete debe tener algún sistema de calefacción, recordemos que estamos recibiendo animales de 6 a 10 kg con un cuidado súper intensivo en la maternidad. A medida que van pasando los días y van ganando peso y generando su propio calor, debemos acompañar ese crecimiento con una correcta renovación de aire, también transversal. La renovación de aire debe ser constante para que no se nos contamine el ambiente. La generación de amoniaco y gases propios de las fosas pueden generar un malestar sobre los animales provocando la pérdida de apetito y por consiguiente bajar la conversión.

ENGORDE

En esta etapa volvemos a la ventilación longitudinal consultando los valores de tabla de ventilación a la genética, también podemos climatizar con ventiladores y riego o con extractores y paneles evaporativos. En esta etapa no necesitamos de calefacción pero si necesitamos que las cortinas estén en buen estado tanto para los días fríos como para el verano.

Haciendo click en el siguiente enlace, encontrará una tabla donde podrán hacer un cálculo aproximado de cantidad de extractores y metros lineales de entrada de aire necesarios en cada etapa:

Para acceder a la tabla, haga click aquí. 

Foto: Porcino.info

Fuente: Epacor SA