24 de noviembre del 2024

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28 mar. 2018

HIPOTERMIA EN LECHONES RECIÉN NACIDOS

Las temperaturas medidas dos horas después del nacimiento, son buenos indicadores de la salud futura de los lechones

Las temperaturas medidas dos horas después del nacimiento, son buenos indicadores de la salud futura de los lechones

Cuando ocurre la hipotermia, los neonatos tienen un mayor riesgo de enfermedad, inanición y aplastamiento.

La mortalidad perinatal es una gran causa de ineficiencia en la producción animal, especialmente en la producción porcina, con una alta incidencia en los rendimientos finales. Una de las mayores causas de esta mortalidad es la hipotermia, debido a la pérdida excesiva de calor por el bajo peso, falta de mamada, y especialmente por falta de calor externo para los lechones.

Sin embargo, son muy pocos los porcicultores que le prestan la atención suficiente, acostumbrándose la mayoría de ellos a determinados porcentajes, entendiéndolos como normales. Solamente cuando comparan sus resultados con otras explotaciones, los productores adquieren conciencia del problema.

Es importante recalcar que la especie porcina se caracteriza por presentar un porcentaje de mortalidad neonatal muy elevado, en comparación con otras especies como la bovina, ovina o equina, constituyendo aproximadamente del 10 al 15% de los lechones nacidos vivos.

Ello es debido a la propia naturaleza del lechón, al nacer con deficiencias fisiológicas muy marcadas, dificulta su adaptación al nuevo medio en las primeras 24 a 72 horas de vida. Entre estas deficiencias podemos destacar su bajo peso al nacimiento en relación a su peso adulto (el 1%).

Además, nace sin pelo y con una capa de grasa muy fina, sin reservas energéticas corporales para poderlas movilizar en las primeras horas. Y si a ello sumamos el hecho de que presenta una mayor superficie corporal relativa con respecto a su estado adulto, y que no cuenta al nacer con un sistema de termorregulación maduro; todo ello provoca un bajo aislamiento del lechón respecto a la temperatura ambiente, lo que ocasiona un importante número de bajas por pérdidas de calor o enfriamiento y por hipoglucemia.

Causas no infecciosas responsables de la mortalidad neonatal

Aplastamiento

El aplastamiento de los lechones por parte de la madre, también es causa de mortalidad en la sala de partos, sobre todo en los primeros días de lactación. Las posibles causas de estos aplastamientos son: frío, hambre, jaula estrecha, suelo resbaladizo para la cerda, carácter de la cerda.

La mayor incidencia por aplastamiento se ha observado en las primeras 12-24 horas pos parto, debido a que el lechón en sus primeras horas de vida prefiere descansar cerca de la madre, buscando el alimento o el calor. La mayoría de los aplastamientos recaen sobre lechones débiles, con pocos reflejos y con movimientos lentos, lo que les provoca una reacción tardía ante los movimientos de la cerda cuando se echa.

Inanición

La inanición de los lechones por lo general ocurre en las primeras horas de vida. No es debido a debilidad o bajo peso al nacimiento o a la escasa producción láctea de la cerda, sino a la imposibilidad por parte del lechón de empezar a mamar con éxito.

Hipoxia

La causa más común de mortalidad de lechones durante el parto es la hipoxia (falta de oxígeno). Esta juega también un papel fundamental desde el punto de vista del manejo, puesto que la hipoxia es consecuencia de un parto muy largo o de un intervalo muy largo entre el nacimiento de dos lechones. Una posible causa de este problema es la edad de la cerda y la temperatura ambiente en la nave de maternidad; estos dos factores afectan la duración del parto.

Malformaciones congénitas y hereditarias

Las anomalías durante el desarrollo ocurren con relativa frecuencia en los cerdos. La mayoría de estas anormalidades son aparentes al nacimiento, por ello se les denomina congénitas; sin embargo, algunas de ellas se manifiestan tiempo después, tal es el caso de las hernias inguinales. Las anomalías del desarrollo pueden originar malformaciones y deformaciones.

Hipotermia

La hipotermia se define como la disminución de la temperatura corporal rectal por debajo del rango normal para la especie. La exposición a condiciones ambientales que favorece la pérdida de calor (frío, humedad y viento), reduce la temperatura normal corporal.

A menos que las pérdidas se minimicen mediante respuestas de adaptación o se compensen con un aumento de la actividad metabólica. Las respuestas fisiológicas y las manifestaciones clínicas de la hipotermia comprenden incremento de la viscosidad sanguínea, temblores, hipotensión, arritmia cardiaca, hipoxemia y acidosis.

¿Qué sabemos de la hipotermia?

La hipotermia puede llevar a producir enfermedades, inanición, hipoglucemia y aplastamiento en los lechones neonatales.

Según científicos de Dinamarca, las temperaturas corporales medidas solo dos horas después del nacimiento, son buenos indicadores de la salud futura de los lechones. Cuando ocurre la hipotermia, los neonatos tienen un mayor riesgo de enfermedad, inanición y aplastamiento.

De una temperatura de 38-40°C en el útero de la cerda, los lechones tienen que soportar temperaturas muy inferiores en una granja comercial. Para probar las causas de hipotermia, los investigadores registraron datos fisiológicos y de comportamientos, como tiempo para la primera succión del calostro, tiempo promedio de nacimiento, dificultad del parto, y se les relacionó con las temperaturas rectales de cada individuo dos horas después del nacimiento.

Se encontró que para que el lechón sufra de hipotermia, una de las causas está relacionada con el peso individual, y la otra, es dónde se colocan los lechones después del nacimiento para su primera succión. Se comprobó que lechones que permanecen cerca de la madre caliente y succionan rápidamente, tienen más probabilidad de sobrevivir, comparados con los lechones que "perdieron su camino" para la ubre; los cuales se volvieron hipotérmicos.

Aunque ya se sabe que la hipotermia causa mortalidad, ésta puede ser también un factor subyacente de muertes por otras causas diferentes.

Esto nos enseña que los lechones hipotérmicos llevan un tiempo más para alcanzar la ubre, que les proporcionará el calostro.

También, podemos afirmar que lechones con severa hipotermia fracasan para reaccionar de prisa y así evitar el aplastamiento por parte de su madre, esto también es una causa de mortalidad de los lechones.

Para combatir la hipotermia, es importante que el porcicultor acondicione un sistema de manejo adecuado, para que los lechones mantengan una temperatura adecuada al menos en las primeras horas después del nacimiento.

Reservas energéticas y termorregulación en lechones neonatales

¿Con qué reservas energéticas cuenta el lechón en el momento del nacimiento?

Las reservas energéticas con las que cuenta el lechón al nacimiento apenas cubren lo necesario para el mantenimiento durante el primer día de vida; de ahí la importancia del calostro como fuente de energía. A modo de ejemplo, mientras un niño al nacer tiene 5.600 Kj/kg, el lechón cuenta con 450 Kj de energía por kg de peso.

Las reservas de grasa corporal son muy bajas, estando la mitad de ellas en forma de fosfolípidos, lo que implica que la cantidad disponible como sustrato energético es escasa, representando tan solo el 10% de la producción de calor.

Las reservas de glucógeno en el momento del nacimiento oscilan entre 30-35 g/kg de peso vivo, estando casi en su totalidad localizadas en el hígado y en los músculos. Tras el nacimiento, el glucógeno es utilizado en las primeras 12 horas de vida por lechón para producir calor. Este glucógeno va a permitir al lechón hacer frente al frío en los primeros momentos, mantener una cierta actividad física que le va a permitir establecer el vínculo materno filial, y realizar los primeros amamantamientos y hasta que consuma el calostro.

Termorregulación en lechones

El cerdo es un mamífero particular en muchos aspectos. Es el único ungulado que construye nidos y tiene grandes camadas cuyos lechones, pese a tener un comportamiento desarrollado, tienen una pobre termorregulación. Los lechones carecen de tejido adiposo marrón, y obtienen su calor principalmente del temblor.

El tejido adiposo marrón (TAM) es característico de los mamíferos, y permite a los recién nacidos la producción de calor no asociada a temblor.

Soluciones prácticas contra la hipotermia

Darle importancia a las primeras horas de vida

El lechón al nacer tiene una temperatura de 38.5°C, y necesita una temperatura ambiental de al menos 30°C. Ya se ha determinado que es influyente la temperatura corporal de las dos primeras horas para la toma del calostro. Un lechón que tenga la temperatura corporal por debajo de los 36.5°C, tarda casi un día en recuperar la temperatura normal. La mayoría muere antes de conseguirlo. Existe riesgo de hipotermia aun con condiciones ambientales correctas, si el lechón no ingiere suficiente calostro.

Lámparas de calor

Esta solución incluye todo tipo de técnicas de manejo e instalaciones, desde las típicas lámparas de calor, hasta los más sofisticados sistemas de microondas que calientan al lechón desde el interior. Son técnicas que han resultado efectivas en el rescate de lechones víctimas de hipotermia, que posteriormente se han desarrollado igual que sus hermanos de camada.

Cajas para lechones hipotérmicos

Al no poder estar las 24 horas pendientes de los partos, y con la posibilidad de contar con salas de parto especialmente reguladas para el lechón recién nacido, presenciamos frecuentes muertes ocasionadas por hipotermia pos parto. Estos lechones, luego de nacer, no son capaces de encontrar ni la ubre ni el foco o placa de calor y cuando los tomamos de la zona trasera ya se notan completamente fríos al tacto. En algunas granjas se dan por muertos directamente. Es posible que algunos sean imposibles de reanimar por tamaño pero muchos otros no

Cajas isotérmicas en las que nos llega el semen. Tienen un recubrimiento interior de semejante al papel de aluminio que ejerce la función de reflejar todas las radiaciones emitidas. En algunas granjas utilizan las cajas isotérmicas con las que reciben el semen, les introducen papel como secante, y con un foco infrarrojo encima, las convierten en cajas hipertérmicas; de hecho en la granja las llaman el microondas.

Talco secantes

Según quién los produce, manifiestan que son excelentes, ya que ayudan a mantener la temperatura del lechón, favorecen la cicatrización, mejoran la calidad de las pezuñas, entre otras cosas. Mayormente, contienen Zeolita, Bentonita y aluminiosilicato.

Ungüento protector

En la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica y con apoyos privados, se desarrolló un trabajo de investigación. Se preparó un ungüento protector térmico para los lechones recién nacidos para evitar cuadros de hipotermia. El ungüento contiene como ingredientes: Óxido de Zinc, Aceite mineral y Vaselina.

Apenas nace, el lechón se seca, e inmediatamente se le frota con el ungüento. Después de frotado con el ungüento, el lechón muestra signos claros de calentamiento: las orejas se les enroscan, el escroto se dilata, y el aumento de temperatura se puede corroborar al tocar el cuerpo del lechón. Como resultado se obtuvo una mayor supervivencia, una menor morbilidad y mortalidad durante la lactación, y al destete una mejor ganancia de peso vivo.

Fuente: Adaptación de artículo “Hipotermia de los lechones recién nacidos: Su importancia”. Autores: M.V. Albetis Apolaya M., Sr. Fernández Sánchez M., M.V. Osorio Ramírez A., M.V. Pachas Astorayme c. Lima, Perú, abril 2016.

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