En una publicación del ingeniero Claudio Kvolek, se repasan una a una las tecnologías disponibles más comunes para el correcto manejo de los efluentes porcinos y su aprovechamiento como materia prima en otros procesos
El ingeniero Claudio Miguel Kvolek es especialista en Gestión Ambiental Pecuaria y escribió un libro de título homónimo a su especialidad, en el que recoge aspectos fundamentales del manejo de efluentes y su uso agronómico en explotaciones ganaderas.
El libro aborda la problemática ambiental de distintas producciones pecuarias y las soluciones disponibles. Es una recopilación de datos, métodos y sugerencias de parte del autor: “Es un intento de resumir mi experiencia y aportar conocimiento con un enfoque más bien práctico, tratando de juntar en un solo lugar lo que fui descubriendo, investigando y aplicando a campo”.
“Es mi intención poner un granito de arena a este inmenso mundo de las producciones pecuarias y su relación con el ambiente donde, por supuesto, estamos inmersos” introduce el consultor.
La granja porcina, como toda explotación pecuaria, genera residuos originados en orina y estiércol y, si se libera al entorno sin ningún cuidado, puede transformarse en un foco de contaminación y deterioro para el paisaje y la calidad de vida de las personas.
Una alternativa viable es la utilización de la materia orgánica y los nutrientes contenidos en estos residuos, como pilar en la gestión ambiental de las granjas porcinas.
La experiencia mundial nos muestra que el “Uso Agronómico” de las deyecciones pecuarias constituye un recurso de altísimo valor e impacto para el suelo, por el aporte de nutrientes a los cultivos, pero principalmente por el aporte de materia orgánica y, con ello, por una mejora en las propiedades físicas y una mayor capacidad de retener agua.
Por otra parte, el manejo incorrecto, puede afectar las características del suelo, la calidad del agua y del aire, la salud de los animales y la calidad de vida de los pobladores.
La tendencia mundial hacia un menor número de explotaciones, pero de mayores dimensiones, sumado a métodos más intensivos y especializados de producción porcina, ha llevado a la generación de grandes cantidades de residuos provenientes de estiércol y efluentes muy concentrados en el espacio.
¿Qué se hace habitualmente con los efluentes?
Muchas instalaciones utilizan fosas o sistemas de manejo del estiércol mediante arrastre con agua a través de canaletas, asociadas a algún tipo de sistema de separación y piletas para tratamiento y almacenamiento del efluente generado por un periodo de tiempo.
Los volúmenes de efluentes de las granjas porcinas son grandes, con un promedio de 26 litros por cerdo engordado, debido principalmente a la gran cantidad de aguas de lavado utilizadas. Esta elevada dilución tiene como resultado que el líquido proveniente de los galpones posea una concentración de sólidos de entre 1,5 y 2,6%.
Por lo general, los efluentes son almacenados allí y recién cuando se producen desbordes, se realizan aplicaciones en lotes cercanos al establecimiento, sin ningún tipo de criterio o plan.
Problemas ambientales
- Contaminación de napas
- Volatilización de nitrógeno amoniacal, formas oxidables de Nitrógeno, desde las piletas.
- Generación de malos olores durante el manejo y disposición del estiércol y efluentes.
- Proliferación de vectores sanitarios.
Algunos sistemas de manejo de efluentes en granjas porcinas
- Pileta Anaeróbica
- Separador de sólidos y piletas
- Separador de sólidos, biofiltro y wetland artificial
- Biogás
1. Pileta Anaeróbica
El purín es bombeado a una pileta anaeróbica de grandes dimensiones, luego de haber o no pasado por un sistema de separación primario.
La pileta deberá estar impermeabilizada completamente con geomembrana u otro sistema de arcillas compactadas que asegure la desconexión con el agua de napa. Para que se produzca una adecuada anaerobiosis, ésta debe tener una profundidad de, al menos, 4 metros.
El tamaño de la pileta debe ser suficiente para contener el volumen de tratamiento, periodo que fluctúa entre 30 y 180 días.
Las eficiencias estimadas para estos sistemas son de 55% para DBO5, 86% para SST y 43% para Nitrógeno.
2. Tándem de piletas
Los sistemas de separación de sólidos del purín mediante el uso de tamices y prensas resultan poco eficientes, alcanzando eficiencias máximas del 20%. En su lugar se usan filtros prensa ayudada por floculantes orgánicos previo a la separación mecánica, lo cual garantiza una remoción de hasta el 90% de sólido y de la DBO.
3. Sistema de Biofiltros
Los biofiltros son usados como un tratamiento secundario de tipo biológico, cuando tenemos purines con altos contenidos de materia orgánica como el de los cerdos. Se instalan separadores de sólidos para impedir que estos ingresen al biofiltro.
Los sólidos orgánicos capturados se transfieren a vermicomposteras secundarias mientras que el agua fluye a un tanque de ecualización y se agregan bacterias como complemento nutricional. Un sistema de irrigación automático dispersa el agua a través de toda la superficie del sistema. Posee capas de filtrado biológico constituidas por una orgánica, otra de arena o gravillas y una tercera capa de grava o piedras.
Las eficiencias estimadas para estos sistemas son de 90% para DBO, 90% para SST y 80% para NKT.
4. Generación de biogás
Los biodigestores procesan el purín y éste permanece en el biodigestor por un periodo de 15 a 45 días, lo cual produce la digestión anaeróbica de la materia orgánica con la obtención de metano y anhídrido carbónico, y una fracción importante de nitrógeno orgánico es transformada en amonio.
El biometano producido se utiliza como tal y se envasa o se puede utilizar para generar electricidad a través del fenómeno de co-generación.
El proceso de digestión es continuo y debido a sistemas de agitadores se produce una mezcla total entre el purín crudo y el material en proceso de digestión.
Las eficiencias estimadas para estos sistemas son de 70% para DBO5, 70% SST y 25% NKT.
Extraído del Capítulo 6 del libro “Gestión Ambiental Pecuaria”. Mgtr. Claudio Miguel Kvolek. Ed. Orientación.