25 oct. 2017
Enfermedades asociadas a las micotoxinas
Las distintas micotoxinas generan distintos síntomas en los cerdos. Conocer cada uno ayuda a diagnosticar, tratar y prevenir su impacto
Las distintas micotoxinas generan distintos síntomas en los cerdos. Conocer cada uno ayuda a diagnosticar, tratar y prevenir su impacto
Las micotoxinas son producidas por hongos presentes en los granos con los que se elabora el alimento. Algunos hongos provienen de la planta y otros se desarrollan durante el almacenamiento de los granos. Los hongos pueden crecer en el campo, en los silos de almacenaje e incluso en los propios circuitos de alimentación de las granjas, si las condiciones ambientales de temperatura y humedad lo permiten.
Una micotoxina puede ser producida por más de un género o especie de hongo, al tiempo que un hongo puede producir más de una toxina. Sin embargo, la sola presencia de hongos en los granos no significa que automáticamente haya micotoxinas en los alimentos. De hecho, frecuentemente es la combinación de varias micotoxinas lo que genera los efectos a nivel sanitario en el cerdo.
Las micotoxinas no se destruyen por acción del calor, pero actualmente el uso de alimento en pellet (cuya materia prima pasó por un tratamiento térmico y de presión) puede reducir la carga de hongos que las produce.
Cada animal será más o menos susceptible al efecto nocivo de las micotoxinas según distintas variables como el sexo, la edad, cuánto consumió, durante cuánto tiempo, la toxicidad del compuesto o la presencia de más de una micotoxina en el alimento.
En Argentina, las micotoxinas más comunes son producidas por unas pocas especies de hongos, que generan diversos efectos sobre la salud del animal. Son las Aflatoxinas, los Tricotecenos (precisamente el Deoxinivalenol), la Zearalenona y las Fumonisinas.
Son las más importantes. Son producidas por hongos del género Aspergillus. Se encuentran principalmente en los cereales y en las oleaginosas. Afectan a órganos como el riñón, el hígado y el cerebro. Además tienen un efecto inmunodepresor que permite la aparición de otras enfermedades asociadas.
Al igual que todas las micotoxinas, su aparición en las materias primas ocurre temprano, con la planta en pie. Su producción puede darse durante el almacenaje si no se garantizan medidas mínimas de almacenamiento seguro.
Los signos clínicos dependen de la dosis, el tiempo y la edad del animal, pero entre ellos se encuentran la menor ganancia diaria de peso y la inmunosupresión. Esto último es particularmente importante ya que predispone al grupo de cerdos a enfermedades y, según la edad, menor respuesta a vacunas. En ciertos casos donde la concentración es alta, los daños producidos en el hígado pueden terminar en una necrosis hepática severa e hígado graso.
De esta familia de micotoxinas, la más común es la Vomitoxina (o Deoxinivalenol -DON-). Son producidas por el género Fusarium. Suelen contaminar principalmente a los cereales (maíz y subproductos, cebada, arroz, sorgo, trigo y subproductos, avena y mijo). Provocan, generalmente, alteraciones gastrointestinales, sistema inmune y en menor medida al reproductivo, aunque también pueden afectar al sistema nervioso, circulatorio y la piel.
La disminución en el consumo de alimento y la depresión posterior en el crecimiento son características de la intoxicación con tricotecenos. El DON (Vomitoxina) es el más comúnmente encontrado en todo el mundo.
Las manifestaciones de toxicidad incluyen: reducción y rechazo en el consumo de alimento (siendo poco efectivo el uso de saborizantes), vómitos, retraso del crecimiento (< GDP), un aumento del número de lechones nacidos muertos, inmunosupresión (con menor respuesta inmunitaria a la aplicación de vacunas) y toxicidad hepática.
Es una micotoxina también producida por el género Fusarium. Contamina fundamentalmente los cereales (maíz y subproductos, cebada, trigo, avena y sorgo). Las cerdas jóvenes y las nulíparas son muy sensibles a esta intoxicación, provocando hiperestrogenismo (con la aparición de signos de madurez sexual en cerditas jóvenes), vulvovaginitis y edema de la vulva.
Sus principales signos en hembras jóvenes y pre púberes son edema de vulva, prolapso rectal y vaginal, hipertrofia (agrandamiento) de la glándula mamaria y celo.
En hembras adultas, genera reabsorción embrionaria, abortos, disminución en el tamaño de la camada (afecta a la implantación de los embriones), repeticiones de tipo irregular, mayor incidencia de lechones nacidos muertos, momias, lechones poco viables y con síndrome splay-leg (patas abiertas). Sin lugar a dudas un efecto negativo y poco deseable es el alargamiento del intervalo destete-celo.
Algunos signos menos comunes son ninfomanía, pseudopreñez y anestro. Fracasan los programas de inducción de partos.
En los padrillos se puede apreciar inflamación del prepucio, pezones mamarios alargados, prolapso rectal, atrofia de testículos, disminución de la líbido, pérdida de pelo, reducción de la producción y calidad del semen y signos de feminidad.
Son micotoxinas producidas por Fusarium. Contaminan los cereales, principalmente, el maíz. La fumonisina B1 es la responsable del edema pulmonar porcino (dificultad para respirar, debilidad posterior, coloración azulada de mucosas (cianosis), llegando en casos extremos a la muerte). Los órganos más afectados son el cerebro, el pulmón, el hígado, el riñón y el corazón, aunque también tienen un efecto inmunodepresor que permite la aparición de otras enfermedades asociadas y disminuye la respuesta a las vacunas. En la necropsia se puede observar el pulmón aumentado de tamaño y lleno de líquido.
Conocé más sobre el efecto de las micotoxinas en los cerdos, leyendo el artículo producido por Gonzalo Motta Carrera, del departamento técnico de Bioter. Haz click aquí
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