30 ago. 2017
El que llora, a veces tampoco mama
En la era de las cerdas hiperprolíficas un pezón viable más y una glándula mamaria sana, pueden marcar la diferencia
En la era de las cerdas hiperprolíficas un pezón viable más y una glándula mamaria sana, pueden marcar la diferencia
En la era de las cerdas hiperprolíficas un pezón viable más y una glándula mamaria sana, pueden marcar la diferencia
En el mundo de la producción bovina de leche, los productores tamberos tienen claro que el factor clave es la salud de la ubre de la vaca. Pezones limpios, secos y sanos es el objetivo principal de su día a día. Pero en la producción porcina, la salud de las glándulas mamarias de las madres no siempre ocupa el lugar que merece.
Una cerda de 250 kg puede llegar a producir en su pico de producción 15 litros de leche al día, mientras que una vaca de 500 kg produce entre 30 y 40 litros al día.
La función principal de la glándula mamaria es la producción de leche que a su vez alimenta al lechón. No obstante en las primeras horas de vida la alimentación no será la única función. En estas primeras horas será básico el aporte de defensas que la madre pueda dar al lechón vía calostro. Si el lechón no se encalostra bien tendrá un futuro comprometido.
En la cerda, las mamas están localizadas en su parte ventral siguiendo dos líneas paralelas. Tienen entre 6 y 8 pares de mamas. La glándula mamaria está muy vascularizada, porque para producir 100 gramos de leche se necesitan aproximadamente 45 50 kg de sangre.
Las mamas más craneales (las más cercanas a la cabeza de la cerda) son las más buscadas entre los lechones ya que suelen ser más vascularizadas, con lo que generan más leche, son más largas, delgadas y cuelgan menos, con lo que son más accesibles.
Y otra vez, la diferencia es el manejo
Obtener buenos resultados productivos en una granja de madres no solo depende de las cerdas. Ellas tienen el potencial genético, y nosotros la responsabilidad de efectuar un manejo eficaz para que puedan expresarlo. Una vez hemos logrado los índices de fertilidad y prolificidad que buscamos, estará en nuestras manos destetar más o menos lechones.
Para tener el máximo de lechones destetados debemos asegurar que todos y cada uno de los lechones, independientemente de su peso o posición al nacer, sea capaz de alimentarse.
Para ello, deberemos realizar un manejo excepcional de adopciones e igualaciones. Como norma, los movimientos deberían ser mínimos, pero sabemos que algunos son necesarios para asegurar la supervivencia.
El número de lechones por cerda lo determinará el número de pezones viables: Contar pezones viables, ver que tengan leche, observar si son accesibles para los lechones (en cerdas multíparas, los pezones inguinales pueden ser difíciles de acceder según la situación de la ubre).
También es importante detectar lo antes posible si hay mastitis subclínicas o clínicas: Cerdas en decúbito esternal (de panza, boca abajo), con dolor y calor a la palpación de las mamas, lechones nerviosos y delgados, presencia de diarrea, incluso aumento de lechones aplastados, son indicadores de que hay un problema. Las mastitis clínicas pueden cursar también con fiebre, presencia de nódulos, edema, inapetencia, en ocasiones descarga vaginal (metritis) etc.
Hay que tratarlas lo antes posible para asegurar la alimentación de la camada y el bienestar de la cerda.
Fuente: PorciNews. https://porcino.info/
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