El manejo es, a fin de cuentas, la capacidad del productor para ordenar y llevar a la práctica un conjunto de técnicas con criterio y habilidad para lograr el mejor grado de eficiencia productiva y económica del sistema.
Manejo del preparto
Durante el Preparto es importante que la cerda sea llevada a la paridera en sistemas al aire libre o a la sala de maternidad en sistemas confinados, con una anticipación de 3 a 4 días a la fecha estimada del parto; esto permite que el animal se adapte al lugar de parición.
El traslado debe realizarse de la forma más cuidadosa posible, con tranquilidad y sin malos tratos; en épocas de calor se debe efectuar en las horas más frescas del día. En el caso de ser trasladada a una sala de maternidad, previo al encierre, se deben lavar las cerdas y sus líneas mamarias.
No es conveniente realizar tareas que impliquen pasar el animal por mangas o cepo, pues los traumatismos en esta etapa de la gestación pueden producir abortos.
Es importante que las cerdas madres estén desparasitadas interna y externamente antes del parto, para que no actúen como transmisores de parásitos a los lechones. Una de las armas más efectivas para lograr controlar el “piojo de los cerdos” en sistemas a campo es lograr que la madre no sea un agente transmisor del parásito.
En lo referente al diseño de parideras para sistemas de producción intensiva de cerdos, los requisitos indispensables son: tener dimensiones adecuadas con una planta de 2 x 2.5 metros, ser transportable, construidas con materiales resistentes y térmicamente adecuados, cerradas en el invierno, ventiladas en el verano, provistas de sistemas de defensa para los lechones, estar amarradas para evitar voladura por los vientos y ser lo más económicas posible. Con estas condiciones la paridera podría ser utilizada en cualquier punto del país, independientemente de la zona.
Cabe agregar la importancia de pensar en el “confort térmico”, en especial para el verano, dado que, en nuestro país cuando se diseña una paridera para sistemas a campo, se debe tener en cuenta más el calor que el frío.
Manejo del parto
Es este período el que demanda más atención por parte del productor, ya que en este momento y en los primeros días posparto es donde el lechón afronta el reto más importante que es “luchar por sobrevivir”.
En el momento mismo del parto es importante realizar un control exhaustivo del mismo para poder prestar ayuda cuando fuera necesario. Es fundamental conocer cuáles son los aspectos normales del parto y cuáles los anormales ya que nos indican la necesidad de una ayuda primaria o una rápida consulta al profesional veterinario que atiende el establecimiento. Es de suma importancia la necesidad de contar con un personal capacitado en estos aspectos para atender este momento, ya que, si se es eficiente en este período, una parte importante del éxito productivo estará asegurada. Entre las técnicas más comunes a implementar se aconsejan:
- Formar tandas escaladas de cerdas a parir.
- Rotar la paridera entre cada parto.
- Colocar fardos de paja de trigo como cama.
- Observar en la cerda la manifestación de síntomas preparto.
- Vigilancia.
- Finalizado el parto retirar cama húmeda y colocar seca.
- Trabajar con el mayor silencio posible.
- Retirar los lechones muertos.
Terminado el parto, el tratamiento más conveniente para la cerda y su camada es la tranquilidad. Por lo tanto, es conveniente no realizar tareas innecesarias para este tipo de sistemas.
En los sistemas en confinamiento se debe realizar corte y desinfección de cordón umbilical y descole para evitar el canibalismo que sucede por conductas estereotipadas bajo estos sistemas.
Es fundamental mencionar la importancia del suministro de cama para el momento del parto (ya sea con fardo de paja de trigo, de moha, o lo que fuese) por paridera, la cual se coloca en el interior de la misma permitiéndole a la madre acomodarla a gusto.
Debemos recodar que después de las 24 horas de nacido la pared intestinal no permite el pasaje de las grandes moléculas proteicas que constituyen los anticuerpos maternos, única fuente de defensa para el recién nacido. Además, el calostro constituye una fuente de energía para un lechón que nace con escasa cantidad de lípidos (1 a 2% de su cuerpo), tiene el aparato termorregulador muy poco desarrollado (piel fina, escasa cantidad de pelos) y demanda una temperatura en sus primeros días de vida del orden de los 34 a 36 ºC. Estas funciones hacen que muchos autores denominen al calostro como fuente de vida para el lechón y realcen la importancia de un manejo criterioso en la etapa del periparto que asegure que cada lechón ingiera la cantidad necesaria.
Es en el momento del periparto cuando debemos realizar la adopción de lechones en los casos que sea necesario. Para esta técnica hay que tener en cuenta el tiempo transcurrido entre el parto de la madre dadora y la receptora del lechón a transferir, que no debe ser superior a los dos días. Antes de realizar esta maniobra debemos asegurarnos que el lechón a transferir haya ingerido la cantidad de calostro necesaria.
El manejo del parto para las salas de maternidad implica que las jaulas y todas las instalaciones de la sala deben ser lavadas y desinfectadas antes del ingreso de la cerda, permaneciendo 5 días sin animales (reposo sanitario).
En este período el que demanda más atención es el lechón ya que afronta el reto más importante como es “luchar por sobrevivir” (como se mencionó anteriormente). Por esta razón la aplicación de prácticas integrales, sistemáticas y con conocimientos de las necesidades fisiológicas de la madre y su camada es lo necesario para este momento productivo.
Es importante destacar que esta especie tiene solo el 1% de partos distócicos independientemente la raza utilizada. Los parámetros fisiológicos normales de esta especie para esta etapa son:
- el parto dura en promedio 2.5 horas;
- el intervalo de nacimiento es de 15 minutos entre lechón;
- la presentación normal es de cabeza o nalga;
- la expulsión de la placenta se produce entre 1 y 4 horas de terminado el mismo;
- los valores esperados de partos con problemas son del 1%;
- el número de lechones nacidos muertos normales para esta especie es del 4%.
Teniendo en cuenta estos parámetros y remarcando fundamentalmente el escaso porcentaje esperado de cerdas con parto distócicos, queda claro que la atención en esta etapa debe apuntar fundamentalmente al lechón, quien es realmente el que debe enfrentar varios obstáculos para poder sobrevivir.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta en esta etapa es la factibilidad de utilizar oxitocina, hormona que nos permite por su acción sobre el músculo uterino y los alvéolos glandulares, acelerar el proceso del parto, facilitar la bajada de leche y la expulsión de líquidos posparto y placenta, como así también el uso de prostaglandina para la sincronización de partos.
Las dosis y la estrategia de aplicación de estas hormonas siempre deben ser recomendadas y supervisadas por el profesional veterinario.
Fuente: Manual “Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) para la producción y comercialización porcina familiar” FAO, INTA. 2012.