14 oct. 2020
CONTROL DE MOSCAS EN GRANJAS PORCINAS
Las moscas no sólo son una molestia, sino que plantean un serio riesgo sanitario que termina por reducir la productividad de la explotación
Las moscas no sólo son una molestia, sino que plantean un serio riesgo sanitario que termina por reducir la productividad de la explotación
A nivel mundial, las moscas causan pérdidas estimadas en billones de dólares en la producción animal.
La presencia de moscas en las granjas de cerdos es asumida frecuentemente como normal, sin embargo, pueden actuar como vector de transmisión de enfermedades por lo que el control de su población es fundamental.
El confinamiento de los animales, y su consecuente acumulación de efluentes, hace que la presencia de moscas y otros insectos en las granjas porcinas sea algo común.
Sin embargo, una población muy elevada puede afectar a la salud y bienestar del animal, con el consecuente impacto en la productividad de la explotación, lo que hace necesario mantener la presencia de insectos en niveles aceptables.
Si bien podemos encontrar diversas especies de moscas en las granjas porcinas, la más común es la mosca doméstica, Musca domestica. Dicha especie constituye una de las peores plagas de insectos dada su difícil erradicación y la rapidez con la que alcanzan la fase de madurez.
Estos insectos provocan una irritación continua al alimentarse de las secreciones de los ojos, nariz y pequeñas heridas de los animales domésticos. Esto les distrae de comer, causando
Las moscas, especialmente cuando están presentes en números elevados, tienen un efecto perjudicial sobre el crecimiento y la producción de la mayoría de los animales de granja.
Los animales infestados se agobian y reducen drásticamente el consumo de alimento. El resultado es obvio, una reducción significativa de la producción, que provoca pérdidas económicas importantes.
Las enfermedades más importantes transmitidas por las moscas a las personas y los animales domésticos son enfermedades intestinales e infecciones oculares, otras varias infecciones y diversas enfermedades parasitarias: E.Coli, Salmonelosis, Disentería porcina (Brachyspira), Ileítis (Lawsonia) y Tuberculosis; están entre las más comunes.
Generalmente la transmisión se realiza al contaminar alimentos que luego son ingeridos por el animal. La contaminación se produce por contacto con el cuerpo del insecto, por depósitos de fluidos gástricos y restos de comida regurgitada.
Las tareas para el control de moscas en granjas, pasan primero por eliminar los focos de cría de las mismas y, luego, por el uso periódico de insecticidas para instalaciones ganaderas.
El empleo sistemático de insecticidas es de gran ayuda para el control de moscas en granjas, sobre todo para controlar a la población adulta de insectos. Los insecticidas emulsionables en agua permiten pulverizar paredes y suelos, penetrando en superficies tanto lisas como porosas.
Las especies de moscas, su abundancia y el éxito de las medidas de control dependen en gran medida de las prácticas de manejo, en especial de las condiciones de alojamiento de los animales y de los métodos de gestión del estiércol.
La confianza en el uso exclusivo de insecticidas para controlar las moscas rara vez es una solución definitiva. Los insecticidas dan resultado cuando el nivel de población de moscas ya ha sido debidamente reducido mediante un correcto manejo y la eliminación de los focos de cría.
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