20 de septiembre del 2024

cover-img

06 sep. 2017

Condición corporal: ¡La culpa no es de la chancha!

En cerdas gestantes, tanto el déficit como el exceso de peso, amenazan su capacidad reproductiva y la rentabilidad de la granja

En la condición corporal de la cerda gestante, tanto el déficit como el exceso de peso, amenazan su capacidad reproductiva y la rentabilidad de la granja

Los avances a los que la producción porcina se sometió durante los últimos años generaron cerdas capaces de producir más de 38 lechones por año. A causa de esto, los productores se vieron obligados a trabajar con lechones de bajo peso y baja viabilidad al nacimiento. Como un intento de solución al problema, se comenzó a aumentar la cantidad de alimento en las diferentes fases de gestación, principalmente en el último tercio. El resultado es un aumento, a veces desmedido, de la condición corporal de la cerda. Ello trae aparejadas algunas consecuencias indeseables a nivel productivo.

De este tema se encargó el médico veterinario Andrés Cugno, del equipo técnico de Vetifarma, quien enumera en su trabajo los principales problemas de mantener una mala condición corporal en las cerdas, y el modo de contrarrestar las pérdidas (tanto por déficit como por exceso de kilos) con un manejo adecuado.

¿Cómo saber si la condición corporal de las cerdas es la óptima?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que no se puede mejorar lo que se mide. Hay diversos métodos que pueden usarse para medir la condición corporal de las cerdas gestantes.

Si bien uno de los métodos más usados actualmente dentro de la producción porcina argentina es la valoración visual, la misma es muy variable arrojando resultados muy diferentes de acuerdo al operario que realiza la evaluación. Una buena manera de disminuir el margen de error, es que sea una misma persona la encargada de hacer siempre la valoración de condición corporal.

Otros métodos utilizados para valorar la condición corporal que resultan más eficaces son el ultrasonido y el ecógrafo con sondas lineales y transductores de alta frecuencia (5 MHz).

La condición corporal, se basa en la medición de la grasa dorsal de la cerda, cuya escala es la siguiente:

  • CC 1: menos de 10 mm de grasa dorsal. Cerda muy flaca. La columna es muy prominente y visible a simple vista.
  • CC 2: entre 10 y 15 mm de grasa dorsal. Cerda flaca, la pelvis y los huesos de la columna vertebral son visibles y se aprecian fácilmente a la palpación.
  • CC 3: entre 15 y 22 mm de grasa dorsal. Condición ideal, la pelvis y los huesos de la columna vertebral no son visibles y se aprecian con dificultad mediante la palpación.
  • CC 4: entre 22 y 29 mm de grasa dorsal. Cerda gorda, la pelvis y los huesos de la columna vertebral sólo se aprecian haciendo gran presión con la palma de la mano. Contorno en forma de tubo.
  • CC 5: más de 30 mm de grasa dorsal. Cerda muy gorda, no es posible detectar los huesos de la pelvis o la columna

Una cerda con condición corporal óptima, debe estar entre el 2,5 y el 3. Para la valoración visual, es importante considerar los puntos anteriores, ilustrados en el siguiente gráfico:

Lo ideal es dirigir todos los esfuerzos a mantener el plantel con, al menos, un 90% de hembras con condición corporal óptima (entre 2,5 y 3). Debemos saber ajustar la curva de alimentación de acuerdo a la lectura semanal de las cerdas y así evitar excesos o déficit en la condición corporal, que impactan en forma inmediata e irreversible en la productividad de la granja y, por tanto, en la rentabilidad de la actividad porcina.

Consecuencias productivas de una condición corporal alta

El aumento en la condición corporal lleva a bajas irreversibles en los resultados productivos esperados, dentro de estos podemos enumerar:

  • Mayor cantidad de lechones nacidos muertos: dado por la disminución en la inercia uterina y por el exceso de grasa en el canal del parto. En granjas con un 30-40 % de cerdas gordas, encontramos porcentajes de nacidos muertos por encima del 8 %.
  • Menor producción de leche y calostro: debido a que aumenta la acumulación de grasa en las células del tejido mamario.
  • Aumento del porcentaje de descarte: la tasa de descarte aumenta exponencialmente por problemas locomotores en las cerdas.
  • Bajo peso de destete e intervalo destete-celo más largo: debido a que la cerda gorda tiene menos consumo de alimento durante la lactancia.
  • Aumento en el porcentaje de mortalidad de lechones: la cerda con un exceso en la condición corporal arroja mayores niveles de mortalidad por aplastamiento.

Consecuencias productivas de una condición corporal baja

Al igual que el exceso de condición corporal, su déficit también produce efectos adversos sobre la productividad de la granja, debido a los siguientes aspectos:

  • Menor producción láctea y calostro: por sus altas necesidades energéticas las cerdas pierden condición durante la lactancia. Ello arroja como resultado una baja en la producción láctea y sus consecuencias posteriores (aumento de mortalidad, bajo peso de destete, etc.).
  • Lechones con bajo peso al nacimiento: como primera medida de supervivencia la cerda destina la incorporación de alimento a recuperar su propia condición, por lo cual disminuye la nutrición del lechón a través de la placenta.
  • Abortos y aumento de nacidos muertos: los kilogramos de alimento incorporados durante la gestación son destinados a la supervivencia de la madre, por lo que la gestación puede terminar con la pérdida parcial o total de la camada.
  • Aumento de la tasa de descarte: las lesiones por decúbito, las faltas de preñez y los aumentos de las repeticiones generan mayores porcentajes de descartes.

Para ver el artículo original, elaborado por el médico veterinario Andrés Cugno, haga click aquí.


Oficina Central Santa Fe
(0054) (0358) 15 4013-826
c.airaldi@elproductorporcino.com
Rosario, Santa Fe. CP. 2000

Oficina Córdoba
(0054) (0358) 15 4821-932
a.rubiolo@elproductorporcino.com
Villa María, Córdoba. CP. 5900


Suscribite Ahora

Suscribite a nuestro Newsletter y recibí toda la información al completo de El Productor Porcino.