Muchos factores afectan la eficiencia productiva de las cerdas y por ende la rentabilidad de la granja. La lactancia es la fase más exigente del ciclo reproductivo, y se requiere mucha energía para la producción de leche. Un artículo del M.V. Luciano Palestro de Provimi
Muchos factores afectan la eficiencia productiva de las cerdas y por ende la rentabilidad de la granja. El principal desafío de alimentar a las cerdas de alta producción es minimizar el balance negativo de nutrientes (energía y proteínas) durante la lactancia, para reducir los problemas de rendimiento reproductivo. La lactancia es la fase más exigente del ciclo reproductivo, y se requiere mucha energía para la producción de leche. Estas necesidades a menudo excederán la ingesta energética durante al menos parte de ese período. Si la ingesta de energía alimentaria no es suficiente para satisfacer estas demandas, el tejido corporal se movilizará para proporcionar nutrientes para la producción de leche, principalmente de las reservas de grasa.
Si hablamos de nutrición porcina podemos decir que el costo representa entre un 60 y 80%. En realidad, no podemos hablar de la nutrición sino más bien el costo de alimentación. Después se pueden ir segregando esos costos, separándolos de los cereales, los subproductos de soja -como la harina o el aceite- o alguna otra soja procesada, como la soja desactivada o la soja extrusada, que representan para la empresa de nutrición entre 17 y 20% del costo total de un cerdo.
En los últimos 10 años el avance que hubo en la genética fue enorme. Año a año veíamos que el potencial de las hembras se incrementaba. Había más nacidos, y es por eso que tuvimos que replantear y acompañar esa mejora genética que estaba ocurriendo en el mercado y además, por supuesto, tuvimos que trabajar, desarrollar y diseñar nuevos programas nutricionales para acompañar la demanda.
La hembra, durante el período de gestación, pasa gran parte de su tiempo en una condición de mantenimiento, a excepción del último período de la gestación, en el que los fetos que están en el útero se empiezan a incrementar; ahí podríamos decir que salimos de esa situación de mantenimiento. Sin duda, hay un cambio muy importante cuando empieza la lactancia y transcurre ese período: la demanda es tan grande y tan importante que inclusive comprobamos que la hembra no va poder satisfacer todas sus necesidades con el consumo de alimento, por más altos que tengamos los niveles nutricionales. Por eso es tan importante trabajar la condición corporal de la hembra durante el período de gestación, para poder hacer un nivel de reservas en cantidad suficiente como para poder cubrir esa demanda negativa que el animal va requerir durante la lactancia.
Por otro lado, si nos pasamos y esa condición corporal está excedida, normalmente el animal sabe fisiológicamente que tiene reservas corporales y hace uso de ellas, muchas veces en reemplazo del consumo de alimentos, lo cual tampoco es una situación favorable; por eso es clave trabajar y poder llegar al parto con una condición corporal óptima.
¿En qué se hace foco cuando hablamos de la nutrición de esas hembras lactantes? En buenas prácticas de manejo globales. La mayoría son aplicables a los sistemas de producción en Argentina (obviamente que después está todo el equipo, tanto técnico como comercial, que puede mejorar la puntería y aplicar estás buenas prácticas de manejo en cada uno de los establecimientos acorde a las condiciones que cada uno de ellos tiene).
En general, si lo comparamos con otros sitios, podemos decir que la condición de manejo es la que termina teniendo un mayor protagonismo sobre los resultados obtenidos. Sin duda, la nutrición tiene que ser importante y tiene que acompañarse de todas las prácticas de manejo para mejorar el resultado. Por otro lado, se utilizan algunos softwares como herramientas de predicción que nos permiten ajustar el programa con el mayor detalle posible dentro de los requerimientos propios que tiene esa granja. Muchas veces hay que tener en cuenta que el consumo es una variable muy interesante; sin duda, en los programas nutricionales con los niveles solamente no alcanza, sino que necesitamos también establecer las pautas y conocer esos patrones de consumo para hacer el ajuste del programa nutricional.
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Por Luciano Palestro. Médico Veterinario. Coordinador Técnico Provimi Argentina S.A. – Cargill Nutrición Animal