Existen medidas fáciles de aplicar que pueden mejorar la supervivencia de los lechones y, por tanto, la rentabilidad de la granja

El sector porcino tiende cada vez más a utilizar cerdas hiperprolíficas, habiendo aumentado significativamente el número de lechones nacidos por cerda. Sin embargo, los productores ahora se enfrentan a un nuevo problema, y es que muchos lechones nacen más débiles y con un peso inferior.

Por ello, es imprescindible centrarse en mejorar la supervivencia de los lechones, ya que de nada sirve tener una cerda altamente productiva si posteriormente no se hace un buen manejo de los lechones. 

¿Qué medidas podemos adoptar para favorecer la supervivencia de los lechones? 

1.- Condición corporal de la cerda  

La condición corporal de la cerda antes del parto es determinante, debiendo encontrarse entre 3 y 3,5.

Un exceso de peso se asocia a problemas durante el parto, alteraciones locomotoras y reducción del consumo durante la lactación. Por otro lado, una condición corporal deficiente conduce al nacimiento de lechones con bajo peso y a una producción insuficiente de leche.

Con el fin de lograr una condición corporal óptima de la cerda, debemos prestar atención especial a la nutrición, ya que debe adaptarse a cada fase de la gestación con el fin de:

• Producir una camada fuerte y saludable.
• Evitar problemas en el momento del parto.
• Mejorar la calidad del calostro.
• Maximizar la producción de leche.

Entre la semana previa al parto hasta una semana después del destete, se recomienda administrar a la cerda una dieta de transición con el fin de evitar problemas de estreñimiento, mamitis, metritis y agalaxia. 

Claves para alcanzar la condición corporal óptima

• Controlar la condición corporal de las cerdas regularmente y corregir cualquier pérdida.
• Evitar sobrealimentar a las cerdas durante la gestación.
• Suplementar la dieta cuando sea necesario.
• Incrementar la ingesta de alimento gradualmente para satisfacer las demandas nutricionales durante la lactación y minimizar las pérdidas de condición corporal.
• En el caso de las primerizas, que pueden necesitar un soporte adicional, se recomienda consultar con un especialista en nutrición.
• Trabajar forma silenciosa y tranquila a la hora de manejar y trasladar a las cerdas con el fin de minimizar el estrés.

2.- Disponibilidad de agua 

Flujo de agua: es muy importante que la cerda tenga agua limpia de buena calidad a su disposición, que fluya a un ritmo de 2 L/min.

Una forma de comprobar que el ritmo es correcto consiste en llenar un recipiente de 2 L, debiendo ser el tiempo de llenado de 60 segundos. 

• Debemos tener en cuenta que el consumo de agua aumenta durante la lactación, llegando a los 12-40 L/día. 
• Sabor: si el agua tiene un sabor desagradable, el consumo se verá reducido, repercutiendo negativamente en la ingesta de alimento y en la producción de leche.
• La calidad microbiológica es otro factor esencial a tener en cuenta, ya que si los lechones beben agua de mala calidad y con un elevado recuento bacteriano, estarán en riesgo de enfermar.

 

 3.-   Condiciones ambientales   

• Inmediatamente tras el nacimiento, los lechones pueden enfriarse por lo que es esencial que el entorno esté seco y cálido.
• El área de descanso de los lechones debería mantenerse a 28-32°C (reduciéndose gradualmente con el tiempo), empleando una fuente de calor.
• La nave de maternidad debería mantenerse a 20-22°C. Tras el parto, puede reducirse la temperatura a 18-20°C en el caso de usar placas calefactoras.
• Se recomienda proporcionar material como paja o papel triturado para aumentar la actividad de la cerda y estimular la bajada de la leche.
• Se puede proporcionar calefacción adicional detrás de la cerda si es necesario.

 

4.- Higiene  

• Se debe limpiar y desinfectar minuciosamente los corrales, incluyendo los bebederos y comederos.
• Es crucial utilizar desinfectantes adecuados y seguir las instrucciones del fabricante para llegar a la dilución adecuada.
• Se debe comprobar que la sala está seca y cálida antes de introducir el siguiente lote de cerdas.
• Si es posible, se recomienda lavar a las cerdas antes de introducirlas en la nave de maternidad con el fin de minimizar la carga de patógenos.
• Limpiar o cambiar las botas y la ropa de trabajo regularmente es esencial, especialmente cuando el personal se desplaza entre salas con animales de diferentes edades.

 

 5.- Ingesta de calostro  

La ingesta de calostro tiene una influencia muy significativa en la supervivencia del lechón, ya que, a parte de ser una fuente de nutrientes, proporciona al lechón una protección inmunológica específica de valor incalculable, de acuerdo con la situación sanitaria de la granja y la estrategia vacunal.

 

La ingesta de calostro recomendada para cada lechón es de 200-450 g/kg. 

Claves para garantizar que cada lechón toma la cantidad suficiente de calostro: 

• Supervisar los partos para aumentar las probabilidades de supervivencia de las camadas.
• Monitorizar los intervalos entre el nacimiento de un lechón y el siguiente, asistiendo a la cerda en el caso de que este tiempo se prolongue en exceso.
• Detectar lechones nacidos muertos.
• Evitar que los lechones se enfríen, proporcionándoles una fuente de calor.
• Guiar a los lechones a los pezones y ayudarles a comenzar a amamantarse con el fin de estimular la bajada de la leche.
• Identificar a los lechones nacidos con antelación para realizar un amamantamiento adaptado.
• A las 6 horas tras el parto, la calidad del calostro y la capacidad del lechón de absorber los anticuerpos se reducen, por lo que es esencial que ingieran el calostro dentro de las 6 primeras horas de vida.
• Cuando el número de lechones es superior al número de pezones o a la cantidad de leche disponible, se pueden producir agresiones, por lo que se recomienda adoptar medidas como partos sincronizados y adopciones. 
• En el caso de realizar adopciones, se debe hacer dentro de las primeras 24 horas de vida, dejando al lechón en una camada en la que no haya un exceso de competitividad y con un buen pezón accesible.
• Marcar los lechones adoptados, ya que puede que a los 2-3 días sea necesario reubicarlos o recurrir a cerdas nodrizas. 
• Se recomienda procesar a los lechones (inyecciones y castración) pasadas 24 horas con el fin de evitar el estrés y asegurar que ingieran el calostro.
• Es muy importante manejar a los lechones correctamente, de forma silenciosa y tranquila en todo momento.

Fuente: PorciNews - porcino.info (España)